Volvió la política: hacía falta

Por estos días, tan impredecibles que asustan, tan imperfecto y tan planeados a la vez, faltaba un actor que, por suerte para todos, parece estar volviendo a escena: la negociación política.

Un poco desafiados por el propio presidente Javier Milei en su misión propagandística extrema, y otro poco por no saber qué hacer, los dirigentes políticos de todos los palos tanto a nivel nacional como en comarcas como la nuestra, se habían apartado de la escena central a la espera de que el viento empezara a despejar el humo y dejara al descubierto el verdadero escenario. Pues bien, por fin eso está ocurriendo.

En el tratamiento de la Ley Bases, que ya tuvo su media sanción en Diputados, aunque con final algo abierto para Senadores todavía, se vio que los salieris del primer mandatario nacional comenzaron a jugar fuertes fichas con movimientos de la vieja usanza que, en definitiva, son los pocos que existen para seducir y conducir. A diferencia del primer rechazo parlamentario, en esta ocasión se vio cómo algunos legisladores y referentes del Ejecutivo nacional ocuparon otro lugar y obligaron a moverse distinto. Eso quedó claro incluso en el apoyo al Régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI) por parte de los tres diputados de Unión por la Patria de San Juan. Jorge Chica, Walberto Allende y Fabiola Aubone atendieron algún que otro interés, cuyo origen difícilmente se conozca, y apretaron el botón de la aprobación el día de la victoria mileista.

Este medio había anticipado la jugada; y no precisamente de fuentes vinculadas al peronismo, lo que es un dato en sí. Lo mismo pasó con los legisladores catamarqueños, aunque en ese caso, parece, más motivados por intereses algo particulares que colectivos, y con alguna que otra intención no tan santa. Pero eso será materia de análisis en esa provincia, por supuesto.  

Para este Ok legislativo los diarios nacionales destacan los acuerdos con algunos gobernadores de partidos provinciales y la actuación estelar del legislador nacional Miguel Ángel Pichetto quien, como sabemos de primera mano los sanjuaninos, sabe bambolearse muy bien entre los tejidos de las negociaciones políticas de alto vuelo con objetivos oscuros. Se mueve con la rapidez del sol para no perderse nada de calor. No importa si es de noche, incluso.

Los tres diputados de Unión por la Patria, Allende, Aubone y Chica, fueron fuertemente presionados por los empresarios sanjuaninos en favor del RIGI a través de un comunicado publicado la semana pasada por la Mesa de la Productividad; una asociación de empresarios que rara vez actuó con la fuerza que se notó ahora, y que antes sirvió para nada, pero que ahora decidió por primera vez ir directamente a pedirles el voto y a exponerlos si es que los diputados decidían lo contrario. No está claro si los peronistas votaron a favor presionados por ese pedido, por el del gobernador Marcelo Orrego, o por qué, pero lo hicieron y eso al final es lo que va recordar la historia. Dicen que incentiva las inversiones mineras especialmente. Ojalá. También es cierto que ya escuchamos mil veces que tal o cual jugada iba a incentivar inversiones, y eso muy pocas veces ocurrió.

Y acá hay pie para entrar en el nudo de las cuestiones de la política, que también en San Juan están cambiando. La relación de Orrego con el peronismo que, parece, goza de su mejor estado de salud desde el 10 de diciembre a la fecha. Líderes de ambos bandos dicen que hubo charlas secretas entre Orrego y el senador Sergio Uñac que sirvieron para este escenario de llamativa paz que se vive por estos días. Otros aseguran que es clave el rol del vicegobernador Fabián Martín. Algunos terceros dicen que Uñac dejó claro por distintas vías que no quiere volver a pelear la Gobernación de la provincia y que eso descomprimió las relaciones políticas. Puede ser un poco de cada cosa. Lo cierto es que la paz existe. 

Alertó al peronismo la irrupción de Emilio Baistrocchi y hasta pensaron en algún momento que el exitendente de la Ciudad de San Juan estaba actuando en favor de Orrego, o por instrucción del Gobernador. Pero luego de un par de escaramuzas públicas y algún que otro sondeo, descartaron que el mandatario provincial esté metiéndose en la vida del peronismo. “Es estupidez propia nomás”, dijo un alto dirigente del uñaquismo para explicar lo de Baistrocchi. Mucho lo de estupidez, pero es lo que dicen.

En el Justicialismo se viven días de charlas secretas. Pateó el tablero, o al menos dejó trascender que eso iba a ocurrir, el exintendente de Chimbas, Fabián Gramajo, quien está armando listas departamentales para pelearles la conducción de ese partido a Uñac y a José Luis Gioja quienes, parece, vuelven a jugar al truco juntos, en pareja.

Lo de Gramajo es una patriada casi imposible, sospechosamente increíble, pero de pensamiento firme. El marido de la intendenta de Chimbas, Daniela Rodríguez, está pensando seriamente en presentarse como opción. No tiene con qué ganarle a Uñac, pero sí se le anima a Gioja. A Uñac le conviene más acordar con Gioja. En eso están. Pero, como se dijo al comienzo de estas letras, todo está sujeto a negociaciones políticas, las que volvieron para quedarse, parece.

No hay que tenerle miedo a la política, que es la base. Tampoco hay que caer en la propaganda de Milei quien, evidentemente, está haciendo todo lo que dijo que no iba a hacer que, paradójicamente, es lo que le conviene a todos.