Perros de la calle: para ser Holanda (algún día), hay que empezar hoy

Tras la muerte de la joven albardonera en las fauces de perros salvajes, la polémica por lo que el Estado hace o no hace para terminar con los callejeros volvió a ser el centro de las discusiones en distintos ámbitos. Y no hablo de exterminio, si no de control, de buenas prácticas y de compromiso.

El 79% de los lectores de 0264Noticias creen que se reducirían las jaurías si se esterilizaran masivamente a los perros callejeros. Tarea que no debe quedar en manos de los y las proteccionistas y de quienes tienen una participación activa en la defensa de los derechos de los animales. En esto, todos debemos ser parte y comprometernos para que estos lleguen al quirófano. En esto el Estado debiera ser el principal actor a la hora de castrar a los canes que viven en la calle 

Un ejemplo cotidiano: los barrios nuevos, con la entrega de las nuevas vivienda, vienen con perros incluidos que son aquellos que les hacían compañía a los albañiles y a los serenos. No se los llevan, quedan allí. Sólo unos pocos, son adoptados por algún vecino. El resto sigue viviendo en jauría o bien, sobrevive porque un vecino siempre saca la comida a la vereda. Y así comienza un círculo vicioso de crías de callejeros que siguen reproduciéndose.

Alejandra Cano, de Medio Ambiente, reiteró hasta el cansancio en distintas entrevistas que le realizaron que es necesario un cambio cultural. Esa es tal vez la decisión más firme que sí puede cumplirse pero a largo plazo (el pero, palabra que dinamita lo que podría ser, según Eduardo Sacheri, de "El secreto de sus ojos"). Porque a corto plazo, nadie hoy puede dar una respuesta que deje contentos a todos los sectores. Y menos aun a quienes lloran la pérdida de un ser querido por el ataque de un animal o de una jauría.

En San Juan hay ocho municipios (Caucete, Capital, Rivadavia, Rawson, Chimbas, Sarmiento, Santa Lucía y Jáchal) que cuentan con quirófanos propios para esterilizar a los animales. En total se realizan 1468 esterilizaciones mensuales sin contar aquellas del consultorio móvil. De esos ocho municipios, sólo uno tiene la posibilidad de sacar el turno para la intervención a través de internet, el resto, sólo presencial. 

Hay 11 municipios que todavía no tienen un quirófano o centro de Zoonosis que permita avanzar sobre la esterilización de los perros de la calle, un trabajo que recién verá sus frutos dentro de algunos años. Con suerte. ¿Cómo solucionarlo? Por ahora en Medio Ambiente decidieron reforzar el quirófano móvil equipando otras cinco unidades para recorrer la provincia. Insisto, todo este trabajo, si se realiza bien dará su fruto en varios años. Imaginen que en Holanda desde 1960 se trabaja en el control de la natalidad de los animales, tanto que para adoptar perros "callejeros" hoy deben viajar a otros países para rescatarlos porque no hay animales en las calles holandesas. Eso sí, la multa por abandonar a un animal es de casi 17 mil euros además de tres años de prisión. Es decir un cóctel que incluye leyes duras, impuestos caros para quienes deciden tener animales de raza y un trabajo de educación y esterilización gratuita por parte del Estado.

En España a partir del próximo año, perros y gatos deberán tener un DNI-Animal, medida nacional para obtener una base de datos de todo el país en la búsqueda de “un modelo donde ningún animal sea abandonado a su suerte en España". Incluso la nueva ley limita a cinco el número de animales que se puede tener por casa y quienes quieran adoptar deberán hacer un curso de formación. 

En Israel destinaron más de 3.7 millones de dólares en presupuesto para esterilizar a la población de gatos callejeros, para tratar de terminar con la proliferación de las nuevas camadas.

En Chile en el 2017 sancionaron una ley nacional sobre Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía que contempla “chipear” a perros y gatos además de inscribirlos en un registro, que incluye a los perros potencialmente peligrosos. El problema de los callejeros es común prácticamente a todo el planeta y evidentemente, son varios los países que tomaron cartas en el asunto.

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En San Juan la ley Lara, que con su denominación recuerda a la pequeña que falleció tras el ataque de un perro potencialmente peligroso, plantea severas multas para los dueños de estos perros en distintas situaciones (que no los hayan registrado, que lo pasee sin bozal, que haya un criadero que los venda sin chip, entre otras) y también prevé un hogar de tránsito estatal, para el que en teoría hay presupuesto e infraestructura dispuesto en la misma legislación, pero todavía sigue sin definirse el lugar específico para su instalación. A este espacio debieran llegar los perros judicializados para ser reeducados. Hoy esos animales van a lugares privados, de proteccionistas.

Mientras tanto en los medios de comunicación seguimos redactando noticias sobre ataque de animales. Es tiempo de que la Secretaría de Medio Ambiente tome el toro por las astas y de una vez por todas salga a castrar a animales callejeros sin esperar que grupos proteccionistas sean los que los “cazen” prácticamente para llevarlos a algún quirófano. Y hay 11 municipios que todavía no tienen centros de esterilización, es decir que hay 11 jefes comunales que todavía no se involucran. El tiempo es ahora. Porque calculo que nadie quiere que haya más Laras ni Florencias que llorar.