Ir a un bar, cada vez más caro
Salir a tomar algo en tiempos de crisis y pandemia, se hace cada vez más difícil. Incluso, si a la salida se le suma la comida, ya el gasto es otro y la billetera lo sabe.
En San Juan, muchos boliches se transformaron en locales gastronómicos, sabiendo que los locales bailables tienen prohibido abrir sus puertas hace ya casi dos años. A raiz de eso, a la hora de ir a cenar o a tomar algo en mencionados lugares, hay que saber que algunos cobran entrada y derecho a show, otros te piden que abones la reserva de mesa y con eso puedes retirar una bebida y en otros lugares directamente la entrada es totalmente gratuita y uno paga lo que consume.
Las entradas oscilan entre $300 y $800 dependiendo del artista que brinde su show, sabiendo que si es un artista nacional vas a tener que pagar más de $1000. A la hora de la bebida, los jóvenes están atentos a las promociones, siempre hay alguna atractiva y de eso depende el presupuesto.
En la mayoría de los casos, el Fernet con la botella Coca cuesta arriba de los $2000.
Imagen ilustrativa
La pinta (cerveza) uno de los tragos más solicitados y cuesta entre $200 y $300 aproximadamente. Si hay ganas de un vinito, la botella cuesta arriba de los $1000 dependiendo de la marca y el lugar.
Si ya hay hambre, tienes que saber que una porción de papas clásicas cuestan $400 aproximadamente y con cheddar arriba de los $500. Las rabas, otro clásico, cuesta entre los $700 y $900 la porción.
El costo de una pizza varia entre 600 y 900, similiar a lo que te sale un lomo, una hamburguesa o una pachata.
Tragos clásicos como el Mojito, Red Lady o Sex on the beach cuestan entre $600 aproximadamente. Una botella de Campari te va a costar arria de los $1800, al igual que el Smirnoff o el Skyy.
En definitiva, depende mucho de la zona. Si es céntrica, todo es más caro y si es un poco alejado, afloja el precio.
Según los comerciantes nocturnos, los precios están acordes a lo que implica sostener un establecimiento de este tipo en tiempos de una dificil economía y costos elevados.
El clásico, cuando no existía la pandemia era la juntada en una casa antes de salir a bailar era la famosoa "previa”. Pocos mantenían la salida a cenar o a un bar, detrás del hábito que muchas veces sirve para ponerse al tanto, existe una base fundacional: el acotado presupuesto.