Temen que el posible desfalco al matadero afecte la gestión de Romina Rosas

En el Matadero Municipal de Caucete se investiga por la presunta línea clandestina de faena, es más, el caso ya está en la Justicia. Algunos concejales decidieron hacer la denuncia luego de que en plena sesión de cuerpo deliberativo, tres empleados que se desempeñaron dentro de la instalación reconocieron que existió un trabajo irregular, al punto que aseguraron que hubo una doble facturación de las prestaciones: una que quedaba asentada en los libros oficiales y otra en negro, por lo que había recursos que no ingresaban a las arcas comunales.

Al respecto, habló con 0264 Noticias el concejal radical Juan Carlos Vicente, quien entre otras cosas confirmó que algunos empleados eran obligados a hacer esas tareas por abuso de autoridad y que la intendenta electa, Romina Rosas, teme de que AFIP caiga sobre su gestión por los tiempos que demanda la investigación.

"La prueba  más contundente es la versión taquigráfica de la sesión que se inició el jueves pasado y que está en cuarto intermedio porque el tema del matadero nos ha llevado mucho tiempo y probablemente la terminemos mañana. Habíamos citado a esa sesión al coordinaror del matadero, de apellido Farías, y procedimos a llamar a los empleados adminsitrativos quienes declaraon y ratificaron lo que sospechábamos: que había faena sin declarar y la mayoría de los empleados que entrevistamos en sesión dijeron que sí se hacía y que se usaba para sacar faena que no era registrada y sin documentación distinta a la línea monitoreada por las cámaras de la AFIP. Dicen que esta línea de faena no declarada o alternativa comenzó a funcionar este año, aunque otros empleados que todavía no declaran, hablan de dos o tres años", señaló.

"Nos hemos basado en lo que escuchamos y ya es motivo suficiente para que la Justicia tome conociemiento a través de una denuncia penal que no acusamos a nadie en particular, si no que piden que se determinen responsabilidades y culpabilidades", explicó Vicente.

Sobre la actividad que se realizaba en el Matadero, explicó detalles: "Se cobraba por faena entre 700 y 800 pesos y según uno de los empleados, por esa línea no declarada pasaban unos 10 animales y se estiman que podría llegar a los 2 millones de pesos en un año. Lo grave es que se usaba el matadero para un negocio paralelo y vaya a saber qué tipo de animales se estaba faenando más la evasión impositiva. Además del abuso de autoridad porque a los empleados se los obligaba a hacer eso, la salida de esa línea era distinta a la monitoreada por AFIP".

Por último se refirió al temor de la intendenta electa, Romina Rosas sobre esta situación: "Es necesario que la Justicia actúe y que, en caso de encontrar un delito, actúe y castigue a las personas. Esto tendrá una continuidad en otra gestión, la intendente electa teme que la AFIP caiga directamente en su gestión, al intervenir por la evasión fiscal. Ayer estuvimos hablando para ver si se puede terminar de investigar antes de que termine la gestión de Gil".

M. Sosa