El descargo de uno de los bolicheros: "Las fiestas clandestinas matan a la gente"

Este lunes se encendió una polémica luego de trascender la clausura de dos reconocidos boliches de San Juan que, en tiempos de pandemia, debieron reinventarse para funcionar como resto-bares, ajustándose a los protocolos sanitarios vigentes.

En total fueron siete locales los que sufrieron la clausura por irregularidades en el cumplimiento de las medidas luego de un trabajo mancomunado entre la División Leyes Especiales, Ministerio de Gobierno y Ministerio de Turismo.

Eduardo Patinella, propietario de “De La Ostia”, boliche con trayectoria en la noche sanjuanina y que, actualmente estaba funcionando como resto-bar con músicos en vivo y stands de comida,hizo su descargo y contó su versión de los hechos de lo ocurrido esa noche.

“A las 23.30 llegó la gente de Turismo y verificó que estaba todo bien. A las 00.30 llegó personal de la seccional policial. A la una menos diez, le di la indicación al DJ que corte la música y a la una menos cinco llegó Leyes Especiales, Turismo y la seccional (comisaría). Y como se puede ver en videos tenemos venta de pizza, cerveza tirada, empanadas, hot dogs, hamburguesa y helados. Tenemos un parqué de diferentes productos que la gente puede comprar. Nadie va a hacer un boliche de esa forma, ofreciendo esos productos”, explicó Eduardo a 0264.

El empresario aseguró que “es más económicamente viable” hacer una fiesta clandestina ya que no se pagan impuestos, ni seguridad ni controles.

“Todos los stands estaban cerrando y había un grupo de jóvenes que estaban bamboleando y las autoridades entendieron que estaban bailando. Además me dijeron que había dos mesas en donde las personas se estaban levantando y se iban bailando”, prosiguió.

Eduardo, publicó en su cuenta de Facebook algunos videos de esa noche en los que se refiere al tema: 

“Es muy duro ver que el 99.9 de la noche transcurrió normalmente y en el último momento por diez personas que se van bailando, estás clausurado. Corresponde la clausura, está claro. La policía actuó bien, Turismo también, pero el problema es que nosotros no estamos haciendo daño, estamos aportando a la vida de una persona normal que necesita distraerse”, sostuvo Patinella.

“Hay más contagios en cualquier otro lado que en lo que pueda pasar una noche en De La Ostia. Se pueden producir más contagios en un supermercado, en una reunión social o en una fiesta clandestina. Ahí está el verdadero problema”, aseguró.

Para Eduardo, lo mejor que le puede pasar a la provincia es tener “muchos De La Ostia” para que puedan contener a la gente que sale a un bar, ofreciéndoles los controles y medidas sanitarias correspondientes.

“Yo no estoy ofreciendo matar a la gente, estoy ofreciendo diversión con punta de espalda a las llamas, helados y cerveza artesanal porque estamos funcionando como un restobar no como un boliche. Hay que dejar claros los conceptos”, manifestó.

“Me parece que la gravedad está en las fiestas clandestinas. Cuando cerramos, toda la gente se va a esas fiestas. Yo no estoy proponiendo matar gente, no somos mercaderes de la muerte. Ofrecemos algo bonito para que la gente se divierta. Nadie va a hacer una punta de espalda en un boliche”, continuó.

“Están matando algo que termina sirviendo a la sociedad y que es lícito con sus respectivas habilitaciones, con algunas falencias pero lícito. La gravedad está en las fiestas clandestinas. Eso es lo que mata a la gente”, concluyó.

Matías González