De las escuelas dañadas por el terremoto sólo 6 están terminadas y listas para las clases
Tras el terremoto ocurrido hace 8 meses, alrededor de 15 escuelas aún no terminan sus obras de refacción y otras tuvieron que ser reconstruidas casi en forma total.
Este sábado, se cumplen 8 meses del último terremoto que afectó a la provincia. El movimiento sísmico causó daños estructurales en varios edificios escolares y ante la inminente vuelta a la presencialidad plena, muchos estudiantes deberán continuar cursando en los módulos.
Es que aún hay obras que no están terminadas y tres escuelas, las más antiguas, debieron ser remodeladas casi en su totalidad. Según señaló Oscar Montero, director de Infraestructura Escolar a 0264Noticias, “hay obras que se retrasaron porque en muchas escuelas viejas no había planos, entonces tuvimos que buscar con que normas se hicieron y tratar de adecuarla lo más posible a las normas actuales”.
El 90% de las construcciones escolares no están realizadas con los nuevos reglamentos. Si bien no dejan de ser seguras, desde Infraestructura buscan que los criterios se acerquen lo más que puedan a los más modernos de resistencia sísmica y de capacidad para poder soportar sismos de gran envergadura.
Otro de los motivos del retraso, fue que en medio de las obras se encontraron con “mala praxis” ejecutadas hace 50 años. “Hemos encontrado escuelas que donde se suponía que debía hacer columnas, no las había. Tuvimos que hacer ensayos y estudios, ha sido una tarea compleja pero venimos bien” afirmó el funcionario.
De esta forma, de las 37 escuelas que reportaron daños, entre 14 y 15 son las que están más avanzadas, pero otras no estarán listas para el inicio del ciclo lectivo 2022. “Alrededor de 6 escuelas están terminadas, fueron daños relativamente menores y se han resuelto. Hay otras que se está trabajando y otras tres obras que son sustitución completa, que son demoler todo el edificio” explicó Montero.
Tres escuelas céntricas que seguirán en obra por más de un año son las escuelas Bernardino Rivadavia, Francisco Narciso Laprida y Paula Albarracín de Sarmiento. “Son escuelas muy viejas, con grandes problemas y ahí la refacción era absolutamente necesaria” sentenció el ingeniero.
