Nuestro ADN: lo que nos hace sanjuaninos

El 13 de junio de 1562, Juan Jufré encabezó una expedición que culminó con la fundación de una nueva tierra a la que llamó “San Juan de la Frontera”, en la localidad que hoy conocemos como Concepción (de ahí su nombre, “El pueblo viejo”).

Las inclemencias del tiempo y las inundaciones subsiguientes fueron causando que el centro de la ciudad se fuese mudando más al sur, quedando emplaza definitivamente en el área que conocemos en la actualidad (Plaza 25 de Mayo y alrededores).

Eso fue solo el comienzo de una historia que este lunes cumple 460 años que a lo largo del tiempo ha sufrido cambios trascendentales y a la vez, ha debido levantarse después de cada catástrofe.

Pero si hay algo en este medio siglo de historia, son las costumbres y la cultura de esta tierra. Así como los cordobeses, porteños y correntinos, por mencionar algunos ejemplos; poseen rasgos culturales y locales que los definen, en San Juan no somos la excepción

Eso que ha ido generando una identidad propia, un “ADN” sanjuanino que nos diferencia. A continuación, un repaso por esos aspectos culturales, sociales, gastronómicos y regionales que nos identifica ante el país como “sanjuanino de buena cepa”, tal y como dice el dicho.

Gastronomía

Bien es sabido que San Juan tiene una gastronomía similar a la del resto del país pero eso no quiere decir que no posea sus comidas típicas. Si hay algo que últimamente, en nuestra historia reciente, se ha convertido en una exquisitez culinaria, es la punta de espalda, un corte netamente sanjuanino que es casi desconocido en otras provincias.

Fue Felipe “Pipo” Flores, quien se atribuye el hecho de crear tan apreciado corte, allá por los años ’70. Fue el quien tuvo la idea de separar la solapa de la punta de espalda ya que esta última era la que contenía más carne y al asarla notó que era un corte tierno y de un sabor especial.

Así la punta de espalda nacería en una carnicería de Avenida Córdoba y General Acha y en nuestros días, se ha convertido en la protagonista de las parrillas locales.

Otra delicia culinaria local son las afamadas semitas. De hecho, su nombre es un término local fuertemente arraigado en nuestras costumbres. Las eternas compañeras del desayuno o el mate son una constante en el ADN local.

Inclusive, las formas de prepararlas varían dependiendo el área de la provincia. Las famosas semitas al rescoldo, cocinadas en arena caliente y sin levadura, típicas de departamentos alejados como Jáchal, Iglesia e incluso en zonas turísticas como Difunta Correa.

Si hablamos de compañeras de merienda, no hay que olvidar a las sopaipillas, una variante de la torta frita pero preparadas en aceite y con agregado de azúcar.

Y qué decir de los lomos y pachatas, íconos gastronómicos sanjuaninos. El sándwich de carne ya sea con pan baguette o árabe, lechuga, tomate y agregados como paleta, queso o huevo, son de las preferidas para disfrutar durante el fin de semana. O cualquier día de la semana.

Turismo

El turismo siempre ha sido una apuesta fuerte en San Juan. Y en los últimos años no solo se ha potenciado el desarrollo y revalorización de los principales atractivos y zonas turísticas de San Juan sino que se abrió el campo a otros destinos.

Es menester destacar a los cuatro gigantes del turismo como Barreal, en Calingasta, con la imponente Pampa del Leoncito;

Ischigualasto, en Valle Fértil, con su parque natural motivo de orgullo al ser Patrimonio de la Humanidad;

Rodeo, en Iglesia con sus cielos imponentes y el dique Cuesta del Viento, hogar de una de las pruebas deportivas aero acuáticas más aclamadas a nivel mundial como lo es kite;

y Jáchal con su Valle de Huaco, hogar del poeta y escritor Buenaventura Luna y la joyita turística como lo es Agua Negra.

Zonda y Ullum siepre han sido polos turísticos con sus imponentes parajes y los diques, emblema de la provincia tanto a nivel deportivo como recreativo y en lo que respecta a generación de energía.

Cultura

La cultura sanjuanina es amplia y variada. Si hablamos de la música y en particular, de uno de los géneros nacionales por excelencia como lo es folklore, San Juan tiene en la tonada a su máxima representante.

Este género folkórico ha sido protagonista en peñas y fogones, relatando y contando historias a través de la enérgica interpretación de las guitarras.

Si de danza hablamos, no podemos olvidar que la cueca y el gato cuyanos son parte de la identidad sanjuanina y de la región en general.

Las expresiones artísticas y cultural encuentran un refugio en febrero de cada año cuando la Fiesta Nacional del Sol comienza. La máxima celebración sanjuanina es la oportunidad para que los artistas y artesanos de San Juan le muestren al país todo su talento.

La Fiesta de la Tradición, en Jáchal, celebrada cada mes de noviembre es otro encuentro cultural en donde la historia, la tradición y las costumbres se dan cita durante tres noches a puro sentimiento cuyano y nacional.

El Carnaval de Chimbas es otro ejemplo de la idiosincrasia sanjuanina. Nació en este departamento y se replicó en otros puntos de la provincia evidenciando el calor y la alegría del verano.

La producción

En este apartado, la primera mención es obvia: la vitivinicultura. Es ampliamente sabido que San Juan es una de las potencias vitivinícolas del país. Al ser la tierra del sol y el buen vino, las bodegas locales hacen gala de estos títulos.

Desatacados en la producción de malbec y syrah, los vinos sanjuaninos son reconocidos a nivel mundial  y eso se refleja en la importancia de la actividad. Pese a que las producciones alternativas han ido ganando terreno y dejando en un segundo plano la vitivinicultura, esta última no ha dejado de ser una de las actividades productivas más importantes en San Juan.

Desde 2003, la minería se ha transformado en la actividad productiva por excelencia en San Juan. Empresas internacionales se asentaron en la provincia para explotar la riqueza mineral que posee esta tierra.

Oro, cobre, cal y otros minerales son los principales productos resultantes de una actividad que comenzó en las épocas de Sarmiento.

Seguro quedarán en el tintero algunas otras tradiciones, costumbre y expresiones como la siesta sanjuanina o la conocida indicación “A donde topa” a los visitantes que buscan una dirección o una calle en particular, pero en este 13 de junio es siempre bueno recordar ese ADN tan nuestro, eso que nos hace sanjuaninos.