Una familia sanjuanina llegó hasta la Justicia por la muerte de su mascota
La perrita estaba en perfecto estado pero murió en una cesárea. Según indicó la dueña, desde la veterinaria les confirmaron que "se les pasó la anestesia".
Nuevamente un caso que involucra a un animal muerto en lo que debería ser una zona de cuidado para ellos, causó sospechas pero esta vez el asunto pasó a manos de la Justicia. El hecho sucedió hace tres años, cuando una perra murió en una veterinaria en un procedimiento quirúrgico.
La dueña del animal comenzó el proceso judicial pero todavía no obtuvo respuestas ni tampoco culpables por la muerte de su querida mascota.
Zuka era un bulldog inglés que fue llevada a la Veterinaria San Antonio para ser inseminada. Cuando finalmente lograron que quede embarazada, le hicieron el seguimiento hasta el día de su cesárea y ahí empezó la pesadilla para la familia de la perrita.
El día del parto, no dejaron que la dueña de Zuka se quedara a acompañarla, justificando que era un proceso “natural”. Pero a la media hora que la perra ingresó al lugar, el médico llamó a la mujer para darle la peor noticia, la mamá y los cachorros habían muerto.
Según indicó la damnificada, las primeras explicaciones que recibió por parte de la veterinaria fue que “se les pasó la anestesia” en el animal. De forma inmediata realizó la denuncia que pasó al 2° Juzgado de instrucción. “Lo único que pido es justicia, pasaron muchos abogados por la causa, he vendido todo para poder solventar los gastos” indicó a 0264Noticias la mujer que resguardó su nombre por la causa judicial.
Además de realizar la exposición en la justicia, la dueña denunció a la veterinaria hasta en la AFIP pero no hubo respuesta, sino una carta documento para que se retracte de las acusaciones que le hizo a los médicos. “Ni siquiera me pidieron disculpas y esto no tendría que haber ocurrido porque la perra estaba en perfecto estado” expresó.
Pero la pesadilla no quedó sólo ahí. Durante la investigación, una fiscal descubrió que los cachorros de Zuka no murieron junto a su madre y hasta sospechan que pueden haber sido comercializados. Ahora la causa sigue pero la familia sólo quiere justicia por su perrita.
