Potenciando la Industria del Cannabis en San Juan: Buenas noticias en el horizonte
Esta decisión política incide en el entendimiento de las oportunidades que ofrece la industria del cannabis y del cáñamo en sus variadas aristas productivas.
La Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) en Argentina ha dado un paso significativo para fortalecer la cadena productiva del cannabis y el cáñamo. Recientemente, CONAL aprobó el uso de semillas de cannabis en la producción de alimentos y la inclusión del cáñamo y sus derivados, como aceite, harina y proteínas, en el Código Alimentario Argentino (CAA).
Este cambio se produce después de más de un año de solicitud por parte de organizaciones cannábicas y con el respaldo de Carla Vizzotti, cuando el Ministerio de Salud de Nación presidía naturalmente la CONAL. Durante 2022 y parte de 2023, se debatió extensamente el tema en reuniones de la Comisión y el Instituto Nacional de Alimentos (INAL). En la última reunión de la CONAL, que tuvo lugar el miércoles 6, se confirmó la incorporación al Código, aunque no se estableció una fecha específica.
Es importante destacar que los productos con fitocannabinoides, como el THC y el CBD, que tienen efectos psicoactivos en el Sistema Nervioso Central, quedan excluidos por el momento. La Comisión ha solicitado más "evidencia científica" antes de considerar su inclusión, pero se compromete a continuar discutiendo la posibilidad de incorporar el CBD en futuras reuniones.
Esta inclusión en el CAA permitirá el registro de alimentos que contengan cáñamo, harina o aceite ante el INAL, abriendo la puerta a productos como golosinas, snacks, maíz inflado, aceites comestibles y harinas para galletitas o panificados. Las semillas de cannabis son ricas en nutrientes como Omega 3, Omega 6, Omega 9, proteínas, vitaminas y antioxidantes, lo que las convierte en un "superalimento" desde el punto de vista nutricional.
Este paso es relevante para promover la soberanía alimentaria, combatir el hambre y fomentar alimentos con valores nutricionales saludables en Argentina. Además, representa una oportunidad para revivir la industria cañamera en el país, que había sido cerrada en 1977 debido a la confusión entre el valor proteico de la semilla y los efectos psicoactivos del THC de la planta
