Día Mundial del Emprendimiento
"El Cordobés": un sueño que empezó en un carrito y se instaló en una de las esquinas más concurridas de San Juan
Sergio Reyna comenzó su emprendimiento gastronómico en la calle y al cabo de unos años, logró asentarse en un local propio y con un menú de gran aceptación entre los sanjuaninos.
La esquina de calle Mendoza y Agustín Gómez pocas veces tuvo tanto movimiento como el que se ve actualmente de martes a sábado. Desde hace algunos años, Sergio Reyna, conocido como “El Cordobés”, instaló allí no solo su emprendimiento gastronómico, sino que un sueño familiar que con el correr del tiempo se convirtió en una realidad que reafirman día a día producto del trabajo y el esfuerzo.
En el Día Mundial del Emprendimiento, "El Cordobés" compartió un poco de su historia con 0264 Noticias: "Esto arrancó por necesidad. Mucha gente me dice que he sido visionario, pero en realidad, esto empezó por necesidad pura, de consumo y económica", dijo Sergio a este medio.
Sergio llegó a San Juan desde la capital cordobesa en 2013, dejando atrás toda una vida para radicarse con un sueño y un deseo de porvenir en una nueva provincia. Aquí comenzó a trabajar primero en la montaña y luego, en una fábrica textil, pero los reveses de la economía con la apertura de las importaciones, hicieron que en 2016 se quedara sin trabajo.
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Desde ese momento, tuvo que encontrar la manera de salir a flote y decidió emprender un nuevo camino: el de la gastronomía. Algo sencillo, pero que resultaría infalible. Consiguió un carro y se instaló en cercanías del club UVT, donde comenzó a vender tortillas de masa casera a las brasas.
"Mi mamá es norteña y me enseñó a preparar las tortillas a la parrilla. El producto fue creciendo y la aceptación de la gente también, por los sabores distintos", explicó.
Estas tortillas se instalaron rápidamente como opción para acompañar el desayuno y se hizo muy popular entre remiseros, choferes de colectivo y hasta algunos móviles policiales hacían una parada en sus recorridos para comprar en el carro del Cordobés.
"Estuvimos dos años 'vagabundeando' por el puente de la UVT de lunes a viernes, después en Avenida Libertador los sábados, en el Jardín de los Poetas, los domingos. Pero después llegó el verano y nos llenamos de preguntas porque empezó a decaer el producto y por eso nos tuvimos que reinventar. De un producto caliente, pasamos a uno fresco. Empezamos con los desayunos en el puente de España y Circunvalación", contó.
Pero lo rutinario empezó a ser monótono y entonces Sergio decidió innovarse. Un amigo de él, Omar, le recomendó rellenar las tortillas con salame y queso. Y así lo hicieron. Nuevamente, la respuesta fue más que positiva.
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Luego, Reyna se trasladó con su carro a la zona de Avenida España y Circunvalación, abajo del puente, donde la iniciativa fue creciendo más y más. Y en esa búsqueda de innovarse y reinventarse, comenzó a extender el horario de atención y viendo que se hacía el mediodía, decidió incorporar al menú chorizos asados y algo de carne.
"Después viene un amigo y me dice 'Ya son las 11 ¿Por qué no metes unos choris?', y ya metimos unos choris, después unas hamburguesas. Hicimos una "cata" de los cinco mejores lugares de embutidos, siempre cuidando el detalle de la materia prima. Después me fui a Córdoba a ver a la mami, vi a un loco vendiendo bondiolas y cuando volví empezamos con las bondiolas asadas. Eso fue una revolución", recordó.
La respuesta fue inmediata. La gente comenzó a comprar comida, ya no solo como acompañamiento para el desayuno, sino como opción de almuerzo y hasta para picar algo al paso.
El Cordobés hace hincapié en sus colegas que se dedican a la gastronomía, ya que, más allá de la mera competencia, él afirma haber aprendido mucho de ellos y que hay, por suerte, varios que se mostraron receptivos a la hora de compartir experiencias.
Ya en la pandemia, la clientela había crecido de tal manera que llegaron a tener una cola de 60 a 70 personas abajo del puente, distanciamiento mediante. Esa fila, llegaba al lateral de la Circunvalación y allí, Reyna tuvo una nueva idea.
"Un día me paré y vi todo eso y dije 'Esto está para otra cosa'. Ahí empezamos a darle forma a este sueño: La Esquina 'El Cordobés'. En ese tiempo se desocupó el local de Mendoza y Agustín Gómez. Llegué a un trato con la gente y arrancamos con unos palitos, unos fierritos, unos vidrios y un techito. La idea era no estar más en el puente. Seguir haciendo un sandwich de pasada pero sin frío, sin viento y sin lluvia. Pero la demanda y la necesidad le fueron dando otra forma", expresó.
Con el tiempo, Sergio fue agregando sillas, mesas, logró construir un salón techado y climatizado y ahora, la esquina se convirtió en uno los epicentros gastronómicos más concurridos en San Juan, no solo con los tradicionales choripanes, sanguches de bondiola o de punta de espalda sino que con un menú amplio y variado. Y esa esquina no volvió a ser lo mismo, ya que de martes a sábado muchos sanjuaninos y familias enteras visitan el local para probar las exquisiteces que El Cordobés ofrece.
Sergio, destaca el apoyo incondicional de su mujer y sus hijos, quienes trabajan con él codo a codo cada día y han sido parte fundamental en el camino.
"No llegamos acá por casualidad. Es un mix de cosas, de elegir un buen producto, el orden, la limpieza, de ser constantes. Con frío, lluvia o calor, siempre estábamos en el puente de la España", señaló.
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El Cordobés agradeció a todo los que, en este trayecto, le brindaron una mano, así como también los que le permitieron trabajar y crecer.
Por último, Sergio envió un mensaje a los emprendedores que están empezando en el camino, que inician con su actividad y que quieren encontrar una salida económica en sus proyectos.
"Chicos, no bajen los brazos. La perseverancia y la constancia son importantísimas. Crean en ustedes y no se peleen con el sistema, vayan con él. Defiendan sus ideas. Laburemos. Lo más que podemos, lo demás cae por decantación", concluyó.
Video: Daniela Castro
Edición: Gabriel Donoso
