Se operó de amígdalas y ahora está muy grave: ¿hubo mala praxis?
Se trata de Julieta Viñales, de 18 años de edad. Ella decidió sacarse las amígdalas porque tenía anginas recurrentes; pero algo no salió bien en la operación y ella tuvo hemorragias, pérdida del conocimiento y llegó a la Terapia Intensiva. En las redes piden colaboración y dadores de sangre.
El caso de Julieta Viñales, quien tiene sólo 18 años, está internada en Terapia Intensiva luego de que se sometiera a una sencilla y poco riesgosa operación de amígdalas. Este jueves, desde el entorno familiar confirmaron que Julieta sigue grave pero estable, según indicó el parte médico. ¿Cómo llegó a estar así? Julieta sufría anginas recurrentes y consultó sobre esta operación. Y el pasado lunes 10 de febrero ingresó al quirófano, salió a los pocos minutos y volvió a casa.
Según comentó su familia a Diario de Cuyo, el médico cuando la revisó, les dijo que la herida estaba cicatrizando bien y que todo estaba en orden. Sin embargo, el panorama no era para nada bueno. El viernes por la noche, Julieta comenzó a tener grandes hemorragias, se desmayó y perdió el conocimiento. Tal fue la gravedad que tuvieron que trasladarla al Hospital Marcial Quiroga.
Según señaló el médico que la operó, se trataba de una hemorragia postquirúrgica y que en algunos casos es normal, especialmente en adultos debido a que a determinada edad ya es un poco más difícil sacar las amígdalas.
Para un mayor control, derivaron a Julieta a la parte de Terapia Intensiva del Hospital Rawson, donde el médico le dijo a su familia el sábado en la mañana que estaba todo bien.
Ya el domingo por la mañana, Julieta tuvo una hemorragia más fuerte, con paro cardiaco y fue llevada otra vez al quirófano. Allí lograron salvarle un poco el sangrado pero su estado era gravísimo.
"En ese momento, el médico se acercó y dijo que nunca le había pasado algo así. Esa fue la última vez que apareció", agregaron. Además, desde su entorno familiar no quieren dar a conocer el apellido del profesional para poder concentrarse de lleno en la salud de la joven.
Lo que llamó la atención de la familia fue que el día de la operación, el médico recetó algunos antibióticos pero cuando salió de ella, agregó una medicación para las hemorragias. Algo que daba indicios de que la operación había salido mal.
Con este panorama, la joven necesita 40 dadores de sangre tipo A+, A-, 0+, 0-. Aquellos que deseen colaborar deberán acercarse por la oficina del IPHEM, ubicada en Rivadavia 728 este, de lunes a sábado de 7 a 10 de la mañana.
