A modo de prueba: En Inglaterra armaron una fiesta con 3000 personas sin barbijo en un boliche
Es para analizar cómo se dan los contagios y organizar la futura reapertura de los locales de ocio.
Rayos láser, un DJ que se mueve en el escenario, música a todo lo que da y una muchedumbre que baila pegada. La escena no es de la prepandemia, ni de una fiesta clandestina, sino que se vivió este viernes a la noche en Liverpool.
Unas 3000 personas sin tapabocas llenaron un boliche de esta ciudad inglesa con el beneplácito de las autoridades, que permiten el evento como prueba piloto para organizar la futura reapertura de los locales de ocio.
Para poder entrar, los asistentes tuvieron que haber dado negativo en un test de antígenos de COVID-19 en las 24 horas previas a la fiesta en el club Circus, en el interior del cual quedaban abolidas las normas de distancia social.
El experimento, bautizado por los organizadores como The First Dance, “El primer baile”, incluyó las actuaciones de Sven Väth, The Blessed Madonna y Jayda G, mientras que este sábado, otras 3000 personas acudirán al mismo recinto para bailar al ritmo de Fatboy Slim.
El experto de la agencia pública de salud inglesa Iain Buchan explicó a los medios que este test servirá para comprobar cómo se transmiten las actuales variantes del SARS-CoV-2 en grandes masas de gente.
Su equipo utilizó medidores de dióxido de carbono para detectar “bolsas de aire estancado” dentro de la discoteca, que está plagada de pequeñas cámaras para que los científicos puedan seguir los movimientos de los asistentes.
Las autoridades pedirán además a quienes hayan participado en la prueba piloto que se sometan a un test PCR cinco días después para controlar la expansión del virus. Este es el quinto experimento con masas de gente que lleva a cabo el Reino Unido en las últimas dos semanas.