viernes 19 de abril de 2024
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40 AÑOS DE LA GUERRA

Vivió la guerra desde el mar y hasta la persecución de un submarino británico

Ricardo Pelliza no estuvo en suelo malvinense pero vivió la incertidumbre de la guerra desde el mar donde evadieron la persecución de un submarino inglés.

Vivió la guerra desde el mar y hasta la persecución de un submarino británico

Han pasado 40 años de un suceso que no solo marcó un hito la historia de las Islas Malvinas, sino que los alcances tuvieron repercusión en todo el país.

La guerra sin dudas fue un punto y parte en el reclamo por las islas del atlántico sur, hoy bajo administración inglesa pero que el 2 de abril de 1982, miles de soldados argentino (muchos de ellos jóvenes de 19 años) fueron a recuperarlas de la ocupación británica.  

Y un sanjuanino al que le tocó vivir de cerca esa tensión bélica es Ricardo Pelliza Paz. Él no tuvo oportunidad de pisar suelo malvinense pero si ofició de apoyo en el Portaaviones ARA 25 de Mayo.

Sirvió en la Fuerza Naval como voluntario ya que se encontraba haciendo la carrera y durante el conflicto armado ofició como maquinista en el portaaviones, trabajando en la proa y calderas. Tenía apenas de 19 años en ese entonces.

“Cuando salimos de Puerto Belgrano el 18 de marzo, no teníamos destino asignado aún. Habíamos cargado armamento y combustible. La noche del 1 de abril nos comunican que íbamos a ir a recuperar las Malvinas. Fue un momento emocionante pero con el paso del tiempo se fue tomando seriedad sobre la situación”, contó.

Fue testigo en primera persona del despegue de los vuelos de los aviones A4Q que fueron un dolor de cabeza para los submarinos ingleses que, a su vez, representaban un peligro para las embarcaciones argentinas.

La guerra fue recrudeciendo hasta que se conocio la noticia del hundimiento del crucero ARA General Belgrano, el 2 de mayo de 1982 por un submarino nuclear británico HMS Conqueror, causando la muerte de 323 tripulantes argentinos.

“Cuando hundieron el General Belgrano, nos dieron la orden de dormir con la ropa y los salvavidas puestos; y mantenernos en alerta permanente”, relató Pelliza.

La angustia fue aumentando cuando el submarino británico HMS Splendid comenzó a perseguir al portaaviones. Esa persecución marina duró dos días y obligó a la embarcación a a alejarse constantemente, hasta que lograron evadirlo. “Fue una noche bastante movida”, recuerda Ricardo.

A pesar de la intensidad del combate, lo que nunca fue materia de discusión fue la motivación de los soldados argentinos.

Han pasado 40 años y las memorias de esos meses de guerra se mantienen en la mente de los veteranos. Recuerdos que no se borrarán jamás.

“Dentro de todo, nos encontramos bien. La emoción está presente en estos días y siempre porque el recuerdo es permanente. Nosotros aún tenemos el recuerdo fresco de lo que pasó. Eso nos sigue manteniendo vivos”, concluyó.  

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