lunes 29 de abril de 2024
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Un equipo de fútbol femenindo renunció porque estaban hartas por no ser valoradas

Las jugadoras denunciaron que no han sido valoradas por su rendimiento y que debían “organizar rifas y vender pizzas” para solventar los gastos

Un equipo de fútbol femenindo renunció porque estaban hartas por no ser valoradas
sábado 05 de agosto de 2023

Estupor en el fútbol femenino argentino. En medio de un marco de algarabía por lo que fue la participación del seleccionado nacional en el Mundial de Australia Nueva Zelanda, un comunicado publicado por las jugadoras de Argentino de Rosario sacudió las bases del deporte local y sorprendió por la decisión tomada por el plantel.

Las deportistas del equipo que milita en la Primera B de AFA emitieron un escrito para manifestar su hartazgo con la dirigencia de ese club y renunciaron al equipo. “Hemos trabajado durante dos años y medio como verdaderas profesionales, independientemente de no percibir un sueldo, y hemos dejado al club en lo más alto peleando dos finales de campeonato y ascensos; generando reconocimiento para la institución en el fútbol femenino de la ciudad y el país”, señala la publicación realizada en redes sociales.

Las futbolistas denuncian no haber sido “valoradas como futbolistas y deportistas” y sostuvieron que la comisión directiva del club les hizo falsas promesas con respecto a sus salarios que se cansaron de esperar que sean cumplidas. “Al comenzar el año tuvimos algunas reuniones con el club en las que se nos prometió ‘igualdad’ con el plantel masculino pero a medida que comenzó a transcurrir el tiempo quedó de manifiesto que esto no iba a ser cierto”, indica el comunicado.

Además, el plantel detalló que la situación había llegado a un límite tal que eran las propias deportistas las que tenían que realizar actividades extras para conseguir dinero y solventar la actividad del club: “Nos encargamos de organizar rifas, vender pizzas, buscar sponsors y pedir subsidios a la municipalidad con el objetivo de ir sosteniendo las condiciones básicas para seguir siendo el equipo competitivo que siempre fuimos. Realizamos nuestros conjuntos de ropa para poder representar correctamente a la institución; varias veces debimos pagarnos la comida cuando nos tocaba viajar a jugar a otras provincias; estudios médicos que corrían por nuestra cuenta, viáticos a jugadoras pendientes, etc. Como si todo esto fuera poco, alquilamos nosotras mismas un predio para entrenar ya que la cancha no podemos utilizarla demasiado para ‘no arruinarla ya que al masculino lo televisan’, como nos dijeron”.