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Bandas narco mataron a un joven en Rosario y dejaron un cartel con amenazas al gobernador

La víctima, de 25 años, recibió tres disparos y murió poco después. El Gobierno activó una estrategia de lucha contra el narcotráfico y la inseguridad por las amenazas y muertes.

Bandas narco mataron a un joven en Rosario y dejaron un cartel con amenazas al gobernador
domingo 10 de marzo de 2024

En la medianoche del sábado, un joven empleado de 25 años, que trabajaba en una estación de servicio, fue acribillado por un sicario en la provincia de Santa Fe. Esto ocurrió horas después de encontrarse un aterrador mensaje de sicarios que decía que las muertes iban a continuar. Con todo esto, el Gobierno armó una estrategia de lucha contra el narcotráfico y la inseguridad.

Horas antes de que se ponga en marcha el comité de crisis, que encabezarán el gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, las amenazas contra el mandatario provincial y este nuevo crimen se inscriben en una demostración de fuerza de los grupos narco que operan desde las cárceles de la provincia, que, con sangre, pretenden moldear las políticas de Estado dentro de los penales.

La firma de la nota que el sicario dejó tras matar este sábado a la noche a Bruno Bussanich, de 25 años, de tres disparos, decía “Zona norte, sur y oeste. Unidos”. Aunque todavía no hay una certeza sobre quién puede estar detrás de estas maniobras “terroristas” –como coinciden en encuadrar los hechos Pullaro y Bullrich- ese mensaje siembra la hipótesis de que varias bandas criminales se podrían haber unido para enfrentar las políticas de mayor rigor y restricciones en las cárceles. Esa es una versión que manejan en los despachos oficiales.

Horas después del crimen de Bussanich la policía encontró un auto incendiado, que se habría utilizado en el crimen. Es un Fiat Duna, un modelo que varios testigos apuntan que llevó al sicario para matar al empleado de la estación de servicio Puma.

La elección de ese blanco no es casual. Es fruto de una planificación para paralizar la ciudad. El martes y miércoles mataron a dos taxistas. Fruto del reclamo por mayor seguridad hubo paro de taxis. El jueves a la tarde atacaron a balazos a un colectivo de la línea K, que se encuentra en grave estado tras recibir un disparo en la cabeza. Como consecuencia de este intento de homicidio, el gremio de la UTA dispuso un paro que se extiende hasta este domingo. Los gremios y las cámaras que agrupan a las estaciones de servicio dispusieron una medida de fuerza, tras el crimen del playero. Los grupos criminales dejaron sin transporte público a la ciudad y es probable que se resiente la venta de combustible.

En un comunicado conjunto, la Cámara de Estaciones de Servicios (Cesgar) y el Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (SOESGPYLA) declararon que la jornada de duelo este domingo de 14 a 22 “por los graves hechos ocurridos en la noche de este sábado con un empleado de una estación de servicio”. Los dueños de estaciones y el sindicato de empleados además anunciaron una protesta que irá desde las 22 de este domingo hasta las 6 de mañana, pero que puede extenderse.

Es la primera vez que se ven acciones tan coordinadas de las bandas narco para torcer una política de Estado. En este caso, en el sistema penitenciario, donde desde el 12 de diciembre Pullaro emprendió una serie de medidas para restringir el accionar de estos grupos dentro de los penales, porque la mirada del gobierno era que los delitos –crímenes, extorsiones, venta de drogas y aprietes- que se orquestan desde los pabellones repercuten directamente en las calles.

 

Es la primera vez que en Argentina sucede una estrategia planificada por sectores del crimen organizado contra una política de Estado. El gobernador dijo el viernes que está firme en sus convicciones y que no dará un paso atrás. Durante el sábado se viralizaron mensajes por WhatsApp con varias fake news, pero una que tuvo mayor impacto que advertía que el gobierno había declarado un toque de queda. Las calles quedaron vacías el sábado a la noche ante el temor de acciones de las bandas narco y ante los rumores falsos de que había un toque de queda.

Uno de los indicios que apuntan a una planificación de actos “terroristas” se inscribe en las armas y las municiones utilizadas. En los dos asesinatos de los taxistas se usó la misma pistola 9 mm, con balas que tenían la inscripción PSF, es decir, Policía de Santa Fe. En un peritaje que se conoció el viernes quedó confirmado que además de estos dos asesinatos, esa arma se utilizó para balear el jueves la comisaría 15 de Rosario. Los tres casos están vinculados.

El ataque a la comisaría de Sarmiento y Ameghino se produjo cuatro horas después de que en Mendoza y México el chofer de la línea de trolebuses K Marcos Daloia, de 39 años, fuera baleado en el cráneo por un atacante que le disparó dos veces con una pistola calibre 380.

Ante esta situación extrema e inédita que se vive en Rosario, la ministra de Seguridad de la Nación aseguró que “los hechos de violencia en la ciudad pueden considerarse como terrorismo y se duplicarían las penas”. “Todo el país vio los terribles hechos acontecidos en los últimos días, y si no ponemos un freno urgente, la violencia va a seguir escalando”, agregó.

En el Ministerio de Seguridad de la Nación esquivan arriesgar cuánta cantidad de efectivos de fuerzas federales llegarán a Rosario. Tampoco nadie detalla cuántos hay actualmente en la ciudad. Es un misterio que atravesó también las gestiones anteriores.

El subsecretario de Intervención Federal, Federico Angelini, señaló en diálogo con LA NACION que el contingente de gendarmes que reforzarán al actual plantel que se desempeña en Rosario empezará a llegar a partir de mañana, junto con camionetas, camiones y helicópteros que pertenecen al Ejército. Son unos 150 vehículos que aportarán las fuerzas armadas para el aspecto logístico de la operación. No participarán miembros del Ejército en la operación, porque lo prohíbe la ley de seguridad interior.

Hasta ahora los efectivos federales tenían asignadas dos zonas en Rosario, un sector del sur, como barrio La Tablada, y el oeste, donde se encuentran Ludueña y Empalme Graneros. Son los lugares más difíciles de la ciudad en materia de violencia. Pero a partir de mañana la superficie bajo control de los agentes federales será más amplia y abarcará cuatro zonas. El comité de crisis, según señaló Angelini, se va a ocupar de diseñar una estrategia de lucha contra el narcotráfico y la inseguridad.

 

Fuente: La Nación.

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