Expulsaron de la fuerza a un Policía que acusó “dolor de rodilla” y estuvo más de 4 años sin presentarse a trabajar

Un insólito caso es el que protagonizó un efectivo de la Policía de San Juan. Se trata de Juan Manuel Pereyra, quien hasta 2019 se desempeñaba como cabo, pero luego de acusar problemas de salud y presentar en reiteradas oportunidades, terminó cesanteado de la fuerza. 

Todo comenzó el 10 de mayo de 2019, cuando el cabo Pereyra presentó una carpeta médica por un diagnóstico de gonalgia (dolor intenso de rodilla). Según consta en el informe, el efectivo acusaba este padecimiento “por actos fuera de servicio”, es decir, por motivos extralaborales, por lo que no había recibido cobertura de la ART.

El problema radicó en que Pereyra extendió en reiteradas oportunidades la carpeta médica, pasando por varios cambios en su situación de revista. En total, el cabo había presentado carpeta médica durante siete meses ente mayo y diciembre de 2019. Esto motivó a que desde enero de 2020 fuera declarado en situación pasiva dentro de la fuerza.

Durante dos años, su situación se mantuvo igual, sin cambios significativos. Es por eso que en agosto de 2022, se resolvió pasarlo a retiro definitivo, pero el problema radicó en que al intentar notificarlo en su domicilio en reiteradas oportunidades, jamás lo encontraron.

De esa manera, se dispuso un sumario administrativo que resultó en la suspensión temporal de Pereyra hasta tanto regularice su situación. A septiembre de 2022, el cabo no se encontraba cumpliendo ningún tipo de licencia y tampoco había solicitado la renuncia a las filas de Policías de San Juan.

Nuevamente, intentaron contactarlo y en noviembre de 2022, fueron hasta la casa de su padre, quien le manifestó a las autoridades que “hacía dos años que no veía a su hijo” y que desconocía su paradero.

Meses más tarde, en abril de 2023, efectivos de Comisaría 17ma. Fueron a buscarlo en la casa de un tío que les confirmó que no vivía allí y que desconocía dónde estaba.

Finalmente, en marzo de este año, desde la Policía consideraron que el efectivo incurrió en una falta grave al no presentarse a trabajar ni brindar actualización respecto de su estado de salud.

Al haber cometido abandono de servicio por más de cinco días sin aviso ni causa justificada, le impusieron una dura sanción: la cesantía de la fuerza.

Esto fue publicado en el Boletín Oficial, por lo que su expulsión de la Policía por haber vulnerado sus deberes funcionales quedó oficializada