A tono con el país, San Juan registra una caída histórica en el consumo de carne

"Empieza el frío, se cae la venta de asado, porque hoy en día es un lujo comer un asado para cuatro personas persona: tiene que pensar sobre los $30.000 con la bebida, con la leña y siendo austero". Casi con resignación, Claudio Silva, propietario de Frigorífico Iñaki, ejemplificó así la caída del consumo de carne en San Juan. Y es que la provincia no está ajena a los números que brinda el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Como para tener una idea respecto de lo profundo de la caída del consumo en 1960, cada argentino consumía 82 kilos (pico) de carne vacuna y a partir de ahí fue disminuyendo. En la década de los 80, descendió a 78 kilos. Ya en los 90, mermó a 70 kilos. En el nuevo milenio se acentuó aún más la caída llegando a los 65 kilos. Luego, en 20 años, retrocedió a 50 kilos. Y en los últimos 4 años, se acentuó aún más la caída, llegando a un récord de 42 kilos por persona.

"Incluso (en San Juan) un poquito menos también", aseguró a 0264Noticias el empresario.

Silva expresó su preocupación por el notable descenso en el consumo de carne vacuna, atribuyéndolo principalmente a los últimos aumentos de precios del producto. Señaló en esta semana el precio de la carne volvió a subir, alcanzando niveles históricos. "Hoy la carne está en gancho en "4.200, la media res kilo y todo depende de la calidad, hasta "4.400 también se puede conseguir". Hace un mes el kilo por media res estaba en poco más de $3.300.

El propietario del frigorífico explicó que estos precios hacen que muchos consumidores, dejen de comprar, especialmente en cortes populares como el asado. "Antes, San Juan era conocida por su alto consumo de carne vacuna, llegando a alcanzar un récord de 58 kilogramos por persona"contó.

Silva destacó que la caída en el consumo se agravó en los últimos meses, particularmente desde octubre del año anterior, coincidiendo con un aumento generalizado de los precios y una caída en el poder adquisitivo en todo el país. A pesar de que la carne de cerdo y pollo son alternativas más económicas, también han experimentado aumentos de precios significativos. "Una caja de pollo se estaba consiguiendo de costo a $35 mil y hoy en día, una caja de pollo de costo está en $41 mil. Subió la pechuga, subió la pata muslo. Todo subió", detalló preocupado.

En cuanto a la estabilidad de los precios, Silva señaló que durante febrero se mantuvieron relativamente estables, pero a partir de marzo comenzaron a dispararse nuevamente. Destacó que los cambios en las políticas gubernamentales, como la liberación de las exportaciones y la eliminación de controles, han influido en la volatilidad del mercado de las carnes.

Otro de las grandes dificultades que acarrean son las subas de las tarifas, entre ellas la energía eléctrica, vital para el sector, ya que las cámaras frigoríficas están encendidas 24/7. "Lamentablemente, no se pueden apagar. Son las 24 horas, los 365 días del año y la última boleta de la luz fue de 1.2 millones de pesos", contó.

Precios de carnes en San Juan

En este caso, al tratarse de un frigorífico y trozadero hay una diferencia de precios, ya que Silva vende a otras carnicerías más pequeñas. De todos modos, ha notado que no todas pueden invertir alrededor de 500 mil pesos, que es lo que hoy está costando media res para el comerciante. "Imagínense si usted trabaja, 2 o 3 medias res, que es lo común que trabaja una carnicería por semana y es de un millón a millón y medio de inversión, que a veces cuesta mucho hacerlo con esa cantidad de carne. Cuesta mucho", dijo. 

"Las blandas especiales como cuadrada, bola de lomo, están $6.950. Aunque en las carnicerías más pequeñas se pueden encontrar entre $7.900 hasta $8.500", detalló.

El infaltable asado, con cortes como tapa de asado u ojal está desde los $6100 mientras que las costillas cuestan $5500.

El corte sanjuanino por excelente, la punta de espalda, en buen precio, puede conseguirse en 7.150 pesos, lo que una pieza pequeña puede llegar a costar hasta 20 mil pesos.