El Gobierno no llama a conciliación para no tensar la cuerda con docentes, a la espera de una evaluación del impacto del paro de hoy

La negociación salarial entre el Ejecutivo y los gremios docentes UDAP, UDA y AMET llegó a un punto de inflexión. Descontentos con la última propuesta de aumento del 11 por ciento, más un bono de 35 mil pesos, los maestros decidieron realizar un paro, sin asistencia a los lugares de trabajo y con movilización. Bajo ese escenario, la gestión orreguista apostó por no tensar más la cuerda, seguir manteniendo un diálogo y evaluar si el reclamo docente tiene el apoyo del resto de los sanjuaninos. Incluso, ayer definió no llamar a conciliación obligatoria, al entender que la paritaria sigue abierta, y continuar las negociaciones para el 9 de mayo, cuando se prevé la próxima reunión salarial. Además, tanto el vicegobernador, Fabián Martín; como la Ministra de Educación, Silvia Fuentes, indicaron que el Gobierno descontará el día a aquellos docentes que no se presenten a trabajar, medida que, en otras administraciones, no se aplicó a rajatabla.

Fuentes oficiales confirmaron que el Ejecutivo no busca un conflicto con los gremios docentes y apela a que reconozcan que la provincia atraviesa una dura crisis económica producto de las decisiones que ha tomado el gobierno nacional. En el caso los maestros, la administración central no ha enviado los fondos correspondientes a Fonid y Conectividad, recursos que fueron asumidos por las arcas provinciales. A ello se le suma la caída de la actividad económica, lo que se tradujo en una baja de los fondos que percibe San Juan en materia de coparticipación y recaudación por impuestos, al punto que, en marzo, se produjo una histórica baja que llegó al 107,1 por ciento respecto a la inflación.

Bajo ese escenario es que la gestión orreguista se juega hoy una carta política. Esto es, permitir que los gremios realicen su reclamo, a la espera de que el resto de la sociedad no los acompañe y estar facultado para aplicar la norma de “día trabajado, día pagado”. Incluso, a través de la Subsecretaría de Trabajo, la provincia definió que la paritaria no está cerrada, por lo que, legalmente, los gremios no podrían llevar adelante el reclamo, situación que habilitaría, a su vez, a descontar el día. Desde el sector gremial hay quienes también analizan que el Gobierno juega a ver qué impacto tiene el paro y así evaluar si mantiene la estrategia o cambia de postura. A su vez, para los gremios la negociación salarial concluyó para el mes en curso, al punto que el Gobierno va a liquidar sueldos con un 11 por ciento de aumento, más un bono, y que la misma situación ocurrió en febrero y marzo, con subas del 15 y el 17 por ciento respectivamente.

Según se supo, y algo dejó trascender ayer el vicegobernador Fabián Martín en rueda de prensa, el objetivo del gobierno es que mes a mes baje la inflación, que crezca la recaudación y así poder otorgar aumentos salariales por encima de la suba de precios, lo que permita reducir la pérdida monetaria que han sufrido los trabajadores estatales, incluidos los maestros. Por eso apunta a que el reclamo de hoy no pase a mayores y que el mes que viene pueda presentar una propuesta que convenza más a los docentes.

Sobre el paro, Martín dijo ayer que “somos muy respetuosos de cada una de las decisiones que toman los gremios. Hay un diálogo abierto y sincero. No es que nuestro gobierno no quiera dar un porcentaje mayor, sino que, realmente, los números están muy ajustados”. Además, remarcó que “el paro se podría haber evitado con una resolución de la Subsecretaría de Trabajo, pero el gobernador ha dejado que las cosas fluyan y cada gremio decida lo que tenga que decidir. También se ha tomado la decisión de descontar el día para aquel que no va a trabajar, porque es injusto para quien sí va a trabajar. Vamos a esperar a ver qué pasa mañana (por hoy)”.