El silencio de la clínica donde operaron a Julieta

La muerte de Julieta Viñales causó conmoción en la provincia. La joven de 18 se había instalado en Buenos Aires, donde estudiaría Medicina. Desde hace un tiempo sufría anginas recurrentes, por lo que decidió someterse a una operación de amígdalas mientras visitaba a su familia en San Juan. Pero todo terminó de la peor manera.

Ante la consulta de 0264Noticias, desde la Clínica Cáceres, donde Julieta fue intervenida, no quisieron dar declaraciones. Sólo manifestaron que desde que Babsia se enteró que habían internado a Julieta, no volvió a trabajar. En la institución médica se enteraron que el médico había contratado abogados pero no sabían por qué. Supieron todo lo que pasaba a través de los medios.

En las últimas horas trascendió el rumor de que el otorrinolaringólogo se encontraba internado en una clínica psiquiátrica, pero esa versión fue desmentida por su abogado, quien sí indicó que su cliente se encuentra muy afectado por lo que pasó y que no encuentra explicación sobre lo sucedido.

Ahora, será el juez Matías Parrón quien determine responsabilidades en el caso. Hasta el momento, mandó secuestrar todas las historias clínicas y aún no se ha expedido sobre el pedido de eximición de prisión que solicitó la defensa de Babsia. La carátula cambió de lesiones leves a homicidio culposo por mala praxis. 

Julieta, “Thalita Kumi”, como le decían sus familiares, ingresó al quirófano el lunes 10 de febrero en la Clínica Cáceres. Dos horas después, Maximiliano Babsia, el otorrinolaringólogo que la operó, le dio el alta. Nadie imaginó lo que vendría después. El jueves la joven fue a realizarse la revisión de rutina y le médico le dijo que estaba todo bien.

Tan sólo un día después, se descompensó y fue trasladada al hospital Marcial Quiroga, donde lograron pararle la hemorragia que sufrió. El sábado la trasladaron al Hospital Rawson y en la madrugada del domingo sufrió un paro cardíaco. Pudieron reanimarla pero quedó con muerte cerebral.

Danisa Páez Oruste