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Planean instalar un laboratorio subterráneo en el túnel Agua Negra

El objetivo de la propuesta científica es "cazar" a los actores más misteriosas del universo: los neutrinos y la materia oscura. "Construir este laboratorio entre Argentina y Chile será un hito para la región", dijo Xavier Bertou, astrofísico, impulsor de la propuesta y coordinador del comité directivo internacional. "Sería el primer laboratorio subterráneo del Hemisferio Sur", confirmó.

Planean instalar un laboratorio subterráneo en el túnel Agua Negra
sábado 07 de marzo de 2020

El laboratorio aún no existe fuera de los papeles, de los planos y de las aspiraciones. Pero, desde hace casi diez años, Xavier Bertou habla con tanta vehemencia sobre él. Parece como si ya estuviera en funcionamiento en el corazón de la cordillera de los Andes, la columna vertebral de América del Sur. 

Sus palabras están cargadas de futuro. Desde que comenzó a gestarse la idea de ANDES en 2010, este ambicioso complejo se perfiló como una de las estrellas de la ciencia latinoamericana: un laboratorio subterráneo ubicado dentro de un túnel de 14 kilómetros de longitud –previsto para unir la provincia argentina de San Juan con la región chilena de Coquimbo– con la misión de desvelar dos de los grandes misterios del universo: la naturaleza de la materia oscura y las propiedades de los neutrinos.

Pese a ser una actividad plenamente global, la ciencia y tecnología están mediadas por las particulares políticas, las costumbres y los vaivenes económicos de cada país. 

"Esto no quiere decir que en países del primer mundo se haría sin problemas", reconoce Bertou. "Allí también competiría por la financiación con otras iniciativas"... O sufriría las vicisitudes del Brexit.

"El cambio de Gobierno puede ser significativo para destrabar la situación del túnel binacional y que Andes siga adelante", señala Bertou. "la construcción del laboratorio subterráneo comenzaría a fines de 2020. Tardaría unos ocho años, por lo que Andes estaría en funcionamiento para 2030".

Secretos en la montaña

La cacería de la esquiva materia oscura es una de las grandes carreras de la física en la actualidad.

Aunque representa aproximadamente el 27% del universo, nadie sabe de qué está hecha. Solo se la ha divisado indirectamente, a través de sus efectos gravitacionales sobre la materia normal, que compone únicamente el 5% del cosmos. El resto, la aún más misteriosa energía oscura.

"Hay tres maneras de investigarla –explica Bertou, investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica y del Instituto Balseiro–. Intentar producirla en grandes aceleradores con choques de partículas, observar señales indirectas de materia oscura en el centro de una galaxia y registrar el flujo de materia oscura que nos atraviesa todo el tiempo con detectores extremadamente precisos".

En los laboratorios ubicados dentro de montañas, como el caso de de Canfranc, toneladas de roca hacen de blindaje natural ante la radiación cósmica que recibe la Tierra e interfiere en los experimentos en la superficie. Cuando se anunció la intención de construir el túnel Agua Negra –un eslabón de un corredor bioceánico más grande con el potencial de unir el Atlántico con el Pacífico– la oportunidad era única. Y, con el apoyo de investigadores de Argentina, Chile, México y Brasil y del Gobierno de San Juan, fue creciendo una propuesta concreta de un laboratorio distinto.

"Andes será el tercero más profundo del mundo y tal vez el primero en el Hemisferio Sur", indica el físico de partículas Claudio Dib, de la Universidad Técnica Federico Santa María en Valparaíso. "En Australia hay otro en proyecto, el Laboratorio de Física Subterránea de Stawell, que tal vez se termine antes (ya se han comenzado las excavaciones), aunque será menos profundo que Andes".

Con un coste estimado de 80 millones de dólares, Andes tendrá una sala principal de 21 m de ancho, 23 m de alto y 50 m de largo. Se prevé también que haya un pozo de 30 metros de diámetro por 30 metros de alto, ubicado en una zona con un espesor máximo de roca de 1.750 metros. Allí se instalará el Large Latin-American Neutrino Detector. Similar al experimento Borexino en los Laboratorios Nacionales del Gran Sassoo al detector Kamland en el Observatorio Kamioka en Japón, buscará identificar interacciones solo explicables por neutrinos.

En esa ubicación única se podrán también instalar experimentos interdisciplinares distribuidos en cavernas secundarias. Andes, por ejemplo, contará con sismógrafos de alta sensibilidad para realizar registros en una región dominada tectónicamente por la subducción de la placa de Nazca por debajo de la sudamericana. Otra idea ya planteada consiste en investigar las mutaciones y daños estructurales en la evolución de las células en contextos de cero radiación.

Fuente: Heraldo 

 

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