Los gobernadores que asistieron al discurso presidencial, en medio de la incertidumbre de buscar un nuevo diálogo
Entre lo9s ausentes se encuentran los gobernadores Ricardo Quintela (La Rioja), Alfredo Cornejo (Mendoza), Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén), Gildo Insfrán (Formosa), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Los gobernadores argentinos se perfilan como actores pragmáticos y feroces en el escenario político nacional. Aunque perdonan, no olvidan; siempre están listos para exigir, negociar y defender los intereses provinciales. Este viernes, mientras Javier Milei se preparaba para su discurso, la mayoría de los 24 gobernadores del país se congregaban a pocos metros, demostrando su compromiso institucional al asistir al acto formal de apertura de sesiones en el Congreso.
Entre los presentes se encontraban nombres como Carlos Sadi, Leandro Zdero, Gerardo Zamora, Raúl Jalil, Marcelo Orrego, Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Rogelio Frigerio, Claudio Poggi, Sergio Ziliotto, Axel Kicillof, Jorge Macri, Ignacio Torres, Gustavo Sáenz y Hugo Passalaqua. Sin embargo, algunos gobernadores como Ricardo Quintela, Alfredo Cornejo, Alberto Weretilneck, entre otros, no asistieron al evento, algunos con justificaciones y otros sin dar explicaciones.
Los enfrentamientos entre algunos gobernadores y el Presidente han sido notorios, pero la presencia de varios de ellos en el acto demuestra una voluntad de diálogo y búsqueda de acuerdos. Por ejemplo, Martín Llaryora, señalado como traidor, optó por bajar el nivel de confrontación y buscar la cordura. Javier Milei, por su parte, deberá medir sus palabras en su discurso para no tensionar aún más las relaciones ya debilitadas.
El desafío para Milei reside en recuperar la confianza de los gobernadores y establecer una relación de respeto y diálogo, especialmente en un contexto donde se vislumbran importantes discusiones y acuerdos a nivel fiscal entre el Gobierno nacional y las provincias. La capacidad de diálogo y la gestión prudente serán clave para evitar nuevos conflictos y promover la estabilidad política en el país.
