POLÉMICA
Tras ser absuelto, el cura Walter Bustos, otra vez en la mira de la Justicia
Ahora, investigan si el ex sacerdote se contactó telefónicamente con la novia del joven que lo denunció y por el cual fue condenado en mayo del año pasado.
A poco menos de tres semanas de haber sido absuelto en el juicio que investigaba el presunto abuso a un joven de Valle Fértil cuando este era menor de edad, Walter Bustos está nuevamente en la mira de la Justicia. En esta ocasión, en el marco del caso por el que había sido condenado el año pasado, cuando fue hallado culpable de abusar de un joven de su entorno cercano.
Ahora, trascendió que el ex sacerdote le habría mandado mensajes y llamado al celular de la novia de este joven y siguiendo esa pista, la Justicia ordenó el pasado sábado secuestrar el teléfono de Bustos para verificar si existieron esos contactos.
El problema radica en que, luego de haber sido condenado a la pena de 1 año y 8 meses de prisión en mayo de 2023, por abusar sexualmente del joven cuando tenía 15 años, además, la Justicia le prohibió cualquier tipo de contacto con la víctima o con sus allegados.
Cabe recordar que recientemente, por pedido de la fiscal Marcela Torres, se elevó la pena de un año y ocho meses, a 3 años de prisión en suspenso, ya que de acuerdo a la fiscal, al momento del juicio no se tuvo en cuenta un agravante: el de haber cometido un delito siendo ministro de culto religioso.
De acuerdo a la versión investigada por los investigadores, el jueves pasado la novia del joven habría recibido un mensaje de WhatsApp de un número cuya foto de perfil es una imagen religiosa y que se habría identificado como el padre Walter, que quería hablar con ella en un lugar que ella eligiera y que no sería más de media hora.
Ante esto, la joven decidió bloquear el número, pero continuó recibiendo llamadas del mismo número. Es por eso que al día siguiente, decidió hacer la denuncia en la UFI CAVIG, desde la cual inmediatamente ordenaron el secuestro del celular de Walter Bustos.
El sábado fueron a buscarlo y al principio, Bustos negó tener teléfono, pero después confirmó que tenía un celular y se molestó cuando se lo incautaron.
Si se comprueba que el ex párroco desobedeció esta imposición judicial de no establecer ningún tipo de contacto con la víctima o su entorno, le podrían revocar la condicionalidad de la pena y esta vez, ser enviado a la cárcel.
