El médico Babsia se abstuvo de declarar

En la mañana de este miércoles, Maximiliano Babsia, el médico acusado de mala práxis que operó a Julieta Viñales, se presentó a declarar pero no lo hizo.

El profesional haciendo uso de su derecho y ante el titular del Quinto Juzgado Correccional, Matías Parrón, se abstuvo de brindar detalles sobre la causa. Por protocolos sanitarios, el doctor se presentó en el CAVIG, ubicado en calle Alem y Rivadavia.

El caso:

Tras una operación de amígdalas, Julieta salió caminando del quirófano, en perfecto estado y volvió a casa. El médico cuando la revisó, les dijo que la herida estaba cicatrizando bien y que todo estaba en orden. Sin embargo, el panorama no era para nada bueno. El viernes por la noche, Julieta comenzó a tener grandes hemorragias, se desmayó y perdió el conocimiento. Tal fue la gravedad que tuvieron que trasladarla al Hospital Marcial Quiroga.

Según señaló el médico que la operó, se trataba de una hemorragia postquirúrgica y que en algunos casos es normal, especialmente en adultos debido a que a determinada edad ya es un poco más difícil sacar las amígdalas.

Tiempo después derivaron a Julieta a la parte de Terapia Intensiva del Hospital Rawson, donde el médico le dijo a su familia el sábado en la mañana que estaba todo bien.

Ya el domingo por la mañana, Julieta tuvo una hemorragia más fuerte, con paro cardiaco y fue llevada otra vez al quirófano. Allí lograron salvarle un poco el sangrado pero su estado era gravísimo.

Lo que llamó la atención de la familia fue que el día de la operación, el médico recetó algunos antibióticos pero cuando salió de ella, agregó una medicación para las hemorragias. Algo que daba indicios de que la operación había salido mal.

En el medio, la familia denunció a Maximiliano Babsia, el médico que la operó, por mala praxis. 

Una pequeña luz de esperanza se encendió cuando Julieta reflejó una leve mejoría y se había estabilizado. Lamenteblemente, días después su cuadro empeoró repentinamente y falleció el 4 de marzo.