CONDENA
Pasará seis meses preso por amenazar con un arma de fuego a sus suegros
El sujeto, quien mantenía una enemistad con su cuñado, fue condenado con prisión domiciliaria y se le colocó una pulsera de geolocalización
Un joven fue condenado este miércoles tras protagonizar un tenso episodio en el cual amenazó a toda la familia de su novia.
El Ministerio Público Fiscal reveló que el hecho ocurrió la noche del 8 de septiembre del año pasado, cuando minutos después de las 22, una mujer de apellido Robledo se encontraba en la vereda de su casa junto a su hijo, Javier Figueroa, de 22 años de edad.
Figueroa estaba acompañado por un grupo de amigos, ya que se estaban preparando para ir a bailar. Fue en ese momento en que otro joven, identificado como Kevin Díaz, pasó solo caminando por la vereda y con aire desafiante comenzó a hacerle gestos obscenos a Figueroa, lo que provocó la ira de este, dando paso a una tensa discusión en la que cruzaron insultos mutuamente.
Resulta que Díaz es cuñado de Figueroa y, por lo tanto, yerno de Robledo (quien realizó la denuncia posterior). Tras discutir con su cuñado, el sospechoso se retiró del lugar, pero volvió minutos después a bordo de una moto manejada por un sujeto cuya identidad no trascendió.
Díaz estaba armado con un revolver y desde la calle exhibió el arma a la familia de Figueroa, la cual se había reunido en el jardín delantero de la casa.
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El agresor llamó a Figueroa mientras gritaba "Lo voy a bajar" mientras agitaba el arma apuntando a toda la familia.
En ese momento salió el padre de Figueroa y le pidió que se fuera, que había niños, a lo que Díaz le apuntó con el arma a él y a su esposa (sus suegros) amenazándolos: "Los voy a bajar, los voy a dar vuelta". El sospechoso que lo había traído en moto lo instigaba diciendo "disparales, disparales".
Un vecino de la zona, quien es efectivo penitenciario, había observado la secuencia y llamó al 911, por lo que la Policía se hizo presente en el lugar y detuvo a Kevin Díaz, aunque no encontró el arma de fuego.
Este viernes, el joven llegó a la audiencia de control de acusación y tras admitir su implicancia en el hecho, aceptó una pena de seis meses de prisión efectiva por el delito de amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser reincidente.
Deberá cumplir la pena de manera domiciliaria y se le colocará una pulsera de geolocalización.
