La preocupante coincidencia entre el caso de la mujer baleada por su marido y el femicidio de Cristina Olivares
El pedido de protección solicitado por Julieta Herrera llegó el miércoles, un día antes de sufrir el ataque. A Olivares la citaron a declarar por violencia de género un año y siete meses después de ser asesinada.
El caso del sujeto que baleó a su ex pareja y a sus dos hijos causó gran conmoción en la provincia. José Luis Miranda (35) le disparó a Julieta Herrera (con quien mantuvo una relación durante 14 años) y a sus dos hijos de 4 y 9 años.
En el caso de la mujer (quien resultó herida en el rostro) y el pequeño de 4 años (con un impacto de bala en el abdomen), lograron recuperarse y se encuentran fuera de peligro. Sin embargo, el menor de 9 años resultó gravemente herido ya que recibió un disparo en la cabeza, detrás de la oreja. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades y se encuentra delicado, en grave estado.
Lo llamativo y preocupante del hecho, es que la mujer había denunciado que era víctima de violencia de género, radicando denuncias en Comisaría 25ta. y ante la Dirección de la Mujer. Desde este último organismo, dispusieron una series de medidas protectivas pero a la espera de las resolución judicial.
Dicho solicitud llegó el día miércoles al juzgado, es decir, un día antes de sufrir el ataque. Esta demora fue un factor determinante que ocasionó que la joven quedara desprotegida ante las amenazas de su ex.
El caso, salvando las distancias y el fatídico final, guarda una coincidencia con el femicidio de Cristina Olivares ocurrido el 7 de julio 2012, quien fue asesinada por su pareja, la amante de este y su cuñada, quienes le propinaron 163 puñaladas.
Y esta preocupante coincidencia tiene que ver con los plazos administrativos. Es que Cristina Olivares, quien había denunciado a su pareja, Miguel Palma, por violencia de género poco antes de ser asesinada por este.
Lo irónico del caso es que desde la Justicia le enviaron la citación a Olivares para declarar. Pero Cristina había sido asesinada un año y siete meses antes.
Un policía fue hasta la casa de los padres de Olivares para llevar la citación a declarar, generando la indignación de la familia.
"Citamos a la familia para informarle sobre el cumplimiento de la medida pedida, porque ella había solicitado protección y nosotros notificamos que el trámite se cumplió”, dijeron desde la oficina de la Defensoría de Pobres y Ausentes en ese entonces, admitiendo haber cometido un error.
Finalmente pidieron disculpas a la familia de Olivares por semejante equivocación.
El caso Olivares
Cristina tenía 25 años cuando el 7 de julio de 2012, siendo citada por su marido Miguel Palma (quien ejerció violencia de género en reiteradas oportunidades contra ella), para que lo fuera a buscar en calle 7 y Vidart, en Pocito.
Olivares se dirigió en moto hasta el lugar y poco después llegó Palma a bordo de una camioneta Volkswagen Saveiro, acompañado por su amante Rosa Videla (quien tenia 20 años en ese momento) y la cuñada de esta, Noelia Corvalán.
El hombre convenció a su esposa de subirse a la camioneta y cargó la moto en la caja trasera. Corvalán se quedó en la caja sujetando la moto mientras que Olivares quedó en la cabina con Palma y Videla.
En un momento dado, cuando llegaron a un descampado, Palma y Videla empezaron a darle puntazos a Cristina hasta matarla. Incluso después de muerta, siguieron apuñalándola. Luego, dejaron el cuerpo abandonado en un descampado, con la colaboración de Corvalán.
Los tres sospechosos fueron detenidos, hallado responsables del delito de homicidio agravado por el vínculo y alevosía (no existía la figura penal del femicidio en ese entonces), siendo condenados a la pena de prisión perpetua, condena que a día de hoy purgan en el Servicio Penitenciario Provincial.
