2019-12-14

VIOLENCIA DE GÉNERO

Misterios de una mente asesina: la cara de los responsables del dolor

Tres hechos de sangre que marcaron el año en San Juan. Tres mujeres murieron en lo que va del año producto de violencia de género. Tras estos aberrantes crímenes se esconde la oscura determinación de tres sujetos que decidieron terminar con la vida de sus ex parejas por el solo hecho de ser mujer.

Los tres casos generaron conmoción en la provincia y el foco en un principio estuvo puesto en las víctimas. En algunos medios periodísticos se le dio un abordaje poco adecuado a un flagelo tan preocupante. Desde 0264, se intentó tratar el tema desde el respeto y la sensibilidad de cada caso. Lo cierto es que este viernes, otra mujer fue víctima de un femicidio y el casó encendió nuevamente las alarmas.

¿Quiénes son los presuntos responsables de terminar con la vida de tres mujeres que eran madres, hijas, hermanas y amigas?

Mariano Valdéz asesinó a su ex pareja Myiriam Morales, de 40 años, el pasado 15 de febrero en el Médano de Oro en Rawson. Fue señalado como el único imputado por femicidio. Fue detenido días después del crimen, luego de que testigos aseguraran haberlo visto en la casa de Myiriam horas antes de que fuera hallada muerta con tres puñaladas en el torso.

En su declaración indagatoria ante el juez Martín Heredia Zaldo, Valdéz demostró marcadas contradicciones. Inconsistencias en su relato y la pobre justificación que brindó sobre lo que estaba haciendo a la hora del crimen, complicaron su situación procesal. Actualmente se encuentra detenido en el Servicio Penitenciario Provincial

Antes de aparecer asesinada, Myriam había denunciado en reiteradas ocasiones a Valdéz. De hecho, la Justicia le otorgó una perimetral que el acusado violó en varias ocasiones.

Diego Álvarez, estaba casado con Brenda Requena. Tenían dos hijos de 6 y 4 años. Todo comenzó cuando, la joven de 24 años desapareció el 12 de julio pasado tras una discusión con su marido. Al principio, Álvarez radicó una denuncia por desaparición en la Comisaría 18 de Albardón. 

En primera instancia, las versiones indicaban que Requena habría sido infiel y se habría escapado luiego de que Álvarez la encontrara con su amante, José Guajardo. Por su parte, el marido de Brenda brindó esta versión en su exposición ante la Policía y omitió algunos hechos importantes de lo que sucedió realmente, descartando su responsabilidad en el hecho. 

Tras una extensa búsqueda por la zona donde se denunció la desaparición, la Policía halló el cuerpo de la joven descuartizado y carbonizado en una hondonada, a escasos metros de donde Brenda fue vista por última vez.

El esposo de la joven fue inmediatamente detenido y hasta el día de hoy permanece alojado en el Penal de Chimbas. Sobre él pesan graves acusaciones y su situación procesal es complicada. Un grupo de menores de edad que cazaban pájaros en un descampado en Campo Afuera, lo vieron “prendiendo fuego” en el mismo lugar donde el cuerpo de Brenda fue hallado.

Además, las autoridades policiales manifestaron que existían sospechosas intenciones por parte de Álvarez de desviar el foco de la investigación.

Por último, Rogelio Héctor Schiaroli, empresario de origen italiano de 75 años de edad, quien luego de ejecutar a Fabiana Agüero en un edificio de apartamentos en Trinidad, Capital, intentó terminar con su propia vida. Su perfil indica que no había denuncias por violencia por parte de la mujer de 55 años. Nada parecía indicar el fatal desenlace.

Schiaroli tomó un arma y le disparó en la cabeza a su ex pareja quien había ido a retirar algunas pertenencias del departamento que ambos compartían antes de su separación. Luego de asesinar a su mujer a sangre fría, el hombre se disparó en la cabeza por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital Rawson.

Según el último parte médico, su estado es gravísimo y pelea por su vida.

Los tres acusados reúnen un factor en común según indican especialistas en criminología: la errónea percepción de que la mujer es un objeto de su propiedad. Por otro lado, no se descarta que antes estas situaciones exista premeditación antes de cometer el crimen, aspecto que agrava la calificación penal del caso.

También es desacertado hablar de emoción violenta cuando se habla de femicidio y más cuando en un caso existen antecedentes por violencia de género.

Si bien no existe una condena firme y no hay indicios de una posible fecha de juicio contra Valdéz o Álvarez, las pruebas en su contra son contundentes. Por otro lado, solo queda esperar por la evolución de Schiaroli quien atraviesa un delicado estado luego de intentar suicidarse. Se encuentra con custodia policial en el hospital.

 

Matías González

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