Belén Montilla: “Justicia sería la conciencia colectiva de los padres”

El 20 del mes pasado se conoció por un artículo periodístico de este diario, que el Ministerio Público Fiscal sanjuanino había pedido a la justicia mendocina peritar la participación de Juan Pablo Echegaray en el siniestro vial que le costó la vida a Lucía Rubiño (16) el 15 de octubre del año pasado. Los fiscales tienen dudas del estudio que encargó la Corte de Justicia local que desvincularía al joven Echegaray, hijo del juez federal Hugo Echegaray. Todo ocurre en medio de sospechas de la familia de la víctima que apuntan a contradicciones (por las varias pericias) y sospechas de que los vínculos de poder del menor imputado y de Echegaray puedan influir en la causa. Montilla reiteró sus dudas, dijo que ambos (Echegaray y el menor) deben quedar presos, pero también aclaró que no la mueve el odio y que, a pesar del dolor, no es la sensación que quiere dejar en la sociedad. Visiblemente conmovida, contó su día a día sin su hija, remarcó el apoyo que recibe de su entorno, abrió el diario íntimo de la adolescente, y lanzó un desafío a la sociedad: “La justicia sería la conciencia colectiva de los padres, y me incluyo,  desde nosotros. La conciencia de pensar en darle un auto a un chico, de si toman, no toman, las previas”, dijo.

“Es necesario tener otro punto de vista, ya que la pericia no coincide con lo que dicen los testigos y las cámaras. Sigo dudando y cada día estoy más convencida de lo que digo", afirmó Belén visiblemente conmovida. No es la primera vez que la mujer expresa su descontento y dudas sobre los resultados por las discrepancias entre la pericia que desvincularía a Echegaray y los testimonios de testigos y las grabaciones de cámaras de seguridad. “Vas andando, viendo, escuchando y vas sintiendo que te abruma el poder que tienen”, dijo. 

Según el abogado de Montilla, Marcelo Fernández, hay testimonios que indican que Echegaray estaba corriendo picadas al momento del accidente. El profesional sospecha que el hijo del juez federal habría cruzado de carril al conducir la camioneta Toyota Hilux y que ese movimiento habría provocado que el vehículo conducido por el menor luego impactara a Lucía. Fernández asegura que hay un video donde se nota tenuemente el cambio en la trayectoria de la camioneta. La pericia de la Corte sanjuanina asegura lo contrario y por eso pidieron los fiscales otra investigación a Mendoza. También la familia de Lucía hizo lo mismo con la justicia salteña. 

- ¿Qué sería que se haga justicia?

- Es muy contradictorio. Se hace justicia, se comprueba que era una picada y que estaban atentando contra cualquier persona que estaba ahí, tienen que ir presos.

- ¿Los dos?

- Sí, pero y después ¿qué? Después igual. Yo abro la puerta de mi casa, y no está Lucía. Abro su habitación y no está. Está su cama tendida.  ¿Y después qué? Esa es la pregunta después de esta justicia, porque después de un robo, una estafa me devuelven del dinero, se comprueba que no soy tal cosa, pero después de esto no hay nada. Sigue habiendo nada, sigue habiendo ausencia. La justicia sería la conciencia colectiva de los padres, y me incluyo,  desde nosotros padres. La conciencia de pensar en darle un auto a un chico, de si toman, no toman, las previas, y todo lo que sucede y sabemos qué sucede cuando los chicos adolescentes se juntan. Tendría que haber un cambio, una conciencia de esto porque sería una utopía que no vuelva a suceder, que alguien no sufra esto que estamos sufriendo en estas circunstancias.

- ¿Y si no van presos?

- No vivo por eso. No me mantiene en pie decir que ellos vayan presos. Trabajo internamente a diario para estar sostenida desde lo que Belén necesita para estar parada y para que las personas que me acompañan reciban la mejor versión de Belén y mi hijo es uno de ellos. Si yo voy con ira, con enojo, no es la mejor versión de Belén, y Lucía no quisiera esa versión de Belén.

En cuanto al contacto con los padres de los jóvenes imputados, Belén admitió que aún no ha tenido la fuerza para entablar conversación, enfatizando que no se trata de buscar perdón, sino de enfrentar la realidad del daño causado.

- ¿Has tenido contacto con los padres de los chicos que están imputados?

- Nunca he tenido contacto con los padres de los chicos del accidente. En esta etapa no sé si podría hablar con ellos, y no se trata de perdón, creo que solo los miraría a los ojos y solo haría eso”, dijo entre lágrimas. “Creo que detrás se descubre todo, detrás de haber vivido esa noche, de haber estado ahí, de haberse llevado la vida de mi hija, y es eso (golpe de mano): antes estaba y después de ese golpe no está. En un segundo se fue la vida de Lucía.
Es tomar conciencia de que somos protagonistas de la definición de la vida de muchas personas, para bien o para mal”.

Pedido de justicia

La lucha por justicia es un tema central para Belén: "Quiero que la empatía trascienda el pedido de justicia por Lucía. Se trata de que quienes manejan los hilos del poder se den cuenta de que manejan vidas ajenas", señaló. “Primero no estaba y que después sí. Esas contradicciones. Hubiera sido cualquier otra persona en ese momento, no estaríamos pidiendo justicia, pero esa pericia que ¡oh casualidad! no concuerda”, dijo Montilla. 

Sobre el papel de quienes ejercen la justicia pidió que “al menos comulguen con el ejemplo cuando someten a cantidad de chicos de la edad de la Lucía a seguir y que pongan en tela de juicio lo que vieron esa noche. ¡Encima poner en tela de juicio que con todo el dolor del mundo esos chicos puedan decir cualquier cosa!, cuando están todas las pruebas de lo que estaban haciendo ese día”, dijo con dolor. Esa noche Lucía estaba en la casa de uno de los padres de sus amigas en una reunión a la que, según los testimonios, iban y venían varios jóvenes, entre los que se cuentan los imputados. Varios vecinos habían denunciado que había autos haciendo picadas en el interior del barrio.

Lucía no es la primera hija que pierde esta familia. El 26 de abril se cumplirán 8 años de la partida de Valentina, su hija mayor, quien atravesaba una enfermedad. Frente a eso Belén dijo que convive “con el dolor todos los días, pero no es una causa para decir ´uy qué lástima que le tenemos´, para nada. No me gustaría que la empatía sea por eso. Me encantaría que solo se focalicen en la justicia y que se llevaron a una adolescente de 16 años esa noche”.

La danza como parte de la vida

Desde el estudio de danza en Albardón, BM, donde Lucía solía bailar, Belén recordó con cariño los momentos compartidos en ese espacio que calificó como sagrado para la familia. "Lucía está aquí, en cada paso que damos en este lugar que fue su refugio, su inspiración", expresó con emoción. Fue Belén quien eligió el espacio para abrir su corazón en la entrevista en la que se reiteró el pedido de justicia, además de recordar con amor a su hija, a casi 6 meses del siniestro vial que todavía se investiga.

“Lucía dio acá sus últimos pasos y en mi panza porque mis hijas crecieron en el proceso de estar todos días en clases. Cuando pisamos este piso es porque estamos en escena, porque nos transformamos, porque no es solo un paso de danza, porque es la esencia de esa persona que va a poner su cuerpo para decir algo”, contó sobre el arte de bailar. “Cuando vos ves alguna alumna entrar, no hacen falta las palabras, sabés cómo está. Eso pasaba siempre con Lucía, era una escorpiana muy temperamental y cuando estaba enojada se notaba y también cuando estaba feliz”, dijo con una sonrisa melancólica. 

A pesar del dolor y la ausencia, Belén encuentra consuelo en el arte y los recuerdos de su hija. "Lucía sigue inspirándome en la danza y en la lucha por un mundo más justo. Cada día, su recuerdo me da fuerzas para seguir adelante". Hace poco tiempo que Belén, dedicada a la danza, retomó su trabajo y contó que “hay días en los que me recorre una adrenalina que es inexplicable y puedo entender que por acá puedo seguir un poco, por eso la idea del 15 de abril (Marcha y danza - ver aparte) porque soy eso y Lucía en mí era eso y Lucía va a seguir en mí, inspirándome y siento y pienso permanentemente que está, que está en estos lugares. Creo que ella sabe que este es mi lugar y ojalá pueda seguir haciendo esto porque es lo que me salva. Te parece que la vas a ver entrar y que va a abrir la puerta”.

Entre recuerdos y emociones, Montilla compartió la difícil experiencia de enfrentar el día a día sin su hija, destacando el papel crucial que desempeña su hijo Simón en su proceso de recuperación emocional. “El día a día es lo más difícil, es todos los días, porque su presencia (la de Lucía) está muy marcada” dijo para recordar entre lágrimas que “teníamos muchos rituales, de juegos, de horarios. Esto de llegar a casa y ver que no está, ver sus cosas, su perfume, su ropa”. Para Belén salir a la calle también es difícil, ya que “es encontrarte con adolescentes con el pelo largo por todos lados y te parece que la vas a ver, que la vas a ver entrar y que va a abrir la puerta”. En medio del dolor reconoció que “es muy difícil seguir. Es muy difícil convencerse de todos los motivos para seguir, pero están a la vista: Simón es como un soldado ayudándonos e intentándolo desde donde puedo ser lo que él necesita para seguir en pie”. 

Incluso su hijo de 21 años junto con Jorge, su padre, son las personas que más contacto tienen con la causa. “Yo me involucro en lo que puedo (de la causa), trato de escuchar a las personas que se han empapado porque también hay personas que desde el enojo dicen muchas cosas, se publican tantas cosas”, explicó. “No me involucro en lo que me va a doler. En los detalles de esa noche no me involucré y no me voy a involucrar” dijo tajante.

El diario de Lucía y sus sueños

En medio del diálogo surgió la consulta por las señales que siente de Lucía. Es que “Señales” incluso es una obra de danza cuya coreografía está inspirada en Valentina, su hija mayor. “Hay días en los que ves las señales en donde no te importa y hay días que ves las señales y te aferrás a ellas y te sostienen”, dijo.

Es que Belén hace unas semanas encontró el diario íntimo de Lucía, el que escribió como niña y también como adolescente. “Allí se encargó de dejarme escrito lo que yo significaba para ella”, dijo visiblemente emocionada. “Allí hay escritas palabras como "ma..." y lo que pensaba de mí y lo que yo significaba para ella. Y también su hermano”, confió a 0264Noticias.

Belén contó cómo era su vida antes de ese 15 de octubre, dedicada al trabajo al 100% “porque los que vivimos de la cultura acomodamos fechas y evitamos que un cumpleaños, una celebración caiga en tal o cual día y Lucía se acomodaba y pasaba por la oficina, por el parque, por este salón y me daba un beso y en esas páginas encontré respuestas llenas de amor, cero reproches”.

Entre sus hojas “dejó 10 formas de ver la vida y de vivir, tal vez medio googleado, pero eran las 10 maneras que ella quería vivir. Y ella vivió así”, dijo en una mezcla de emoción, orgullo y tristeza. “Se lo digo a la gente que está cerca de mí: no esperen de los golpes para aprender, aprendan de los golpes ajenos. Porque uno está esperando un golpe para aprender lo que significa la vida y una está esperando que la vida pegue una piña y es aprender a llevar la vida”, reflexionó y aconsejó.

También esas páginas que recorrió con cariño, su madre contó detalles de esa adolescente que vivía intensamente: “Lo que ella deseaba lo escribía varias veces. Para su cumpleaños me había pedido tirarse en paracaídas y no llegamos”, dijo secando sus lágrimas. 

“No sé si son los sueños de ella, pero sí me gustaría que lo que me queda por vivir sea encontrando estos para qué y que ella me digan por dónde. Los sueños de ella, eran de ella y yo te aseguro que yo hubiera hecho todo por cumplirlos”, dijo.

Este año Lucía egresaba del secundario y antes del siniestro ya planeaba su viaje de fin de curso, la presentación del buzo entre otras cosas: “Ahora ya no hay viaje. Su vestido, su baile de egresados, y ahora no hay nada. Se llevaron todos los sueños de ella. No puedo decir los míos porque mi sueño era que ella sea feliz”.

Corazones blancos

“Todavía no puedo escuchar mensajes de voz de Lucía”, reveló. Aunque sí hay muchos videos y fotos que reconoce, prefirieron antes y ahora más, preservar en la intimidad familiar ”porque es nuestro. No solíamos publicar ni cenas, viajes, paseos, bromas que nos hacíamos”. Y hoy las fotos “son un tesoro muy personal y por eso lo cambié al corazón blanco” al pedido de justicia por Lucía.

Es que las imágenes de la adolescente se multiplican en este tiempo en redes sociales “y entiendo que lo hacen desde el amor, pero para quien está de este lado es tan doloroso, por eso decidimos cambiar al corazón blanco y que eso represente a Lucía”. Además “en las fotos se ve el paso del tiempo y pasa para todos, pero para nosotros el tiempo se ha detenido y espero que arranque”. 

Belén termina dando una lección al reconocer en medio de tanto dolor “qué felices que éramos y ¿sabés lo mejor de todo? que lo sabíamos, sabíamos que éramos felices y lo hicimos consciente y ella (Lucía) lo sabía”.

Marcha y Danza

Este 15 de abril se cumplirán seis meses de la noche en la que Lucía muriera aprisionada por un auto que hizo una maniobra que terminó con su vida. Es por eso que su familia y amigos como cada mes marcharán, pero esta vez le sumarán una intervención artística. 

Una vez que finalice la marcha, que es en silencio, harán una coreografía de Belén Montilla y que ya se comparte en redes sociales con quienes la solicitan para participar de la intervención. Son varias academias de danza las que estarán presentes en el mes en el que además se celebra esta disciplina artística.

Entrevista completa: