Diana Mondino: "Poniendo las cosas en su lugar"
El encuentro entre la canciller argentina y el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido se produjo días después de la visita que Cameron realizó esta semana a Malvinas, donde expresó su deseo de que las islas y sus ocupantes continúen bajo dominio del Reino Unido "por mucho tiempo, posiblemente para siempre".
Durante la Cumbre de Ministros de Asuntos Exteriores del G20 en Río de Janeiro, la canciller argentina Diana Mondino protagonizó una acalorada discusión con el Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
Mondino cuestionó la visita de Cameron a las Islas Malvinas y sus declaraciones públicas que negaban los derechos territoriales de Argentina sobre el archipiélago del Atlántico Sur. La reunión, que se extendió por cuarenta y cinco minutos, contó con la participación de Marcia Levaggi, subsecretaria de Política Exterior, y Gerry Díaz Bartolome, director de Comunicación Estratégica de la Cancillería.
Tras el ácido encuentro diplomático, el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino emitió un comunicado oficial en el que se reconoció la existencia de un desacuerdo entre ambas partes. Mondino expresó su malestar por las declaraciones y la visita de Cameron a las Islas Malvinas, reafirmando los derechos de soberanía de Argentina sobre las mismas y manifestando la disposición del país a resolver la disputa de acuerdo con el mandato de la comunidad internacional.
Por su parte, el Foreign Office británico fijó su postura sin desmentir la información oficial, reiterando el continuo apoyo del Reino Unido al derecho de autodeterminación de los habitantes de las Islas Malvinas. Sin embargo, señaló la posibilidad de cooperar en áreas mutuamente beneficiosas.
El encuentro entre Mondino y Cameron fue solicitado por el secretario del Foreign Office y se enmarca en la agenda política doméstica del Reino Unido. Cameron aprovechó su visita a las Malvinas para fortalecer su posición en las próximas elecciones en Gran Bretaña, utilizando un discurso político que niega los derechos de Argentina en el Atlántico Sur.
A pesar de la postura inflexible del Reino Unido, Mondino ratificó la voluntad de Argentina de resolver las diferencias a través de la ley y la diplomacia, reiterando el compromiso del país con el mandato de la comunidad internacional para encontrar una solución al conflicto territorial.
